Duramos un día y medio buscando los mapas del crucero, casi destruyendo las instalaciones y hablando con los encargados intentando comprender como carajos una niña podía desaparecerse en un punto ciego donde no había nada ahí. Todas las pruebas que encontrábamos, todos los indicios parecían que Sofía se había desaparecido mágicamente o que hubiera entrado a una dimensión paralela, pero aún no perdíamos las esperanzas, aún nos quedaba un día antes de que llegáramos de nuevo a la ciudad, y si en estas 24 horas no encontrábamos a mi hermana procederíamos a requisar a cada uno de los pasajeros del bote, verificando su identidad y desde donde habían zarpado.

Para nuestra fortuna el viaje en crucero no hacía paradas en islas, paraba en ocasiones en medio del océano para que el bote no se esforzara mucho y para que los pasajeros pudiéramos hacer avistamientos de algunos animales marítimos, así que no teníamos que buscar a mi hermanita en otras ciudades o muelles.

Después de durar casi 24 horas sin dormir y sin comer, decidimos regresar a la habitación a tomar una ducha y descansar por momentos para ver si encontrábamos algo en nuestra habitación que no habíamos visto antes o por si Sofía regresaba, lo cual era poco posible pero aún teníamos esperanzas; pero cuando abrimos las puertas de la habitación encontramos el cuerpo desnudo y lleno de cicatrices de Sofía .La tomamos en brazos y salimos corriendo a la enfermería del bote.

En ese momento nos llenamos de preocupación y a la vez de alegría por haberla encontrado. Mientras mis papás hablaban con el doctor, les dije que había llegado el capitán del barco y le iba a informar la situación:

- Capitán encontramos a mi hermana pero temo que no sabemos en que condiciones esta, y las herramientas de la enfermería del bote pueden que no sean suficientes para atenderla, ¿qué posibilidad hay de que podamos devolvernos hoy? sé que aún hace falta un día pero necesitamos volver - le dije sin poder retener las lágrimas y derrumbandome del cansancio en el pasillo.
- Jane, Jane, cálmate, ven siéntate aquí - dijo el capitán ayudándome a sentar en las sillas que estaban afuera de la enfermería - No te preocupes, los pasajeros están muy nerviosos desde la desaparición, me alegra que allá aparecido pero saber que hay un posible secuestrador o alguien peligroso a bordo hace que sea peligroso estar aquí, así que ya fijamos rumbo de nuevo a casa.
- Muchas gracias Capitán

Cuando entre a la enfermería a hablar con mis padres, vi que Sofia estaba siendo inyectada con suero y algunas medicamentos que no conocía y no le preste tanta atención porque me centre en ver todas las heridas que tenía en el cuerpo: las cortadas superficiales de su estomago, sus hombros estaban lacerados, sus piernas estaban aruñadas y llenas de moretones, tuve que ahogar un grito para no asustar a mis padres que estaban llorando y susurrando entre ellos mientras el médico seguía examinando a mi hermana.

- Señores puedo hablar un momento con ustedes - dijo el doctor mientras se dirigía a mis padres que estaban recostados en un sillón - Sé que esto no va a ser fácil de asimilar, pero viendo la edad de su hija y las marcas por todo su cuerpo más las que encontré en su interior, debo decir que su hija fue violada y esta bajo los efectos de una fuerte droga; Ella estará bien, pero necesitara de mucho apoyo de todos ustedes.

Tan sólo escuchar eso me sentí enferma, "violada", sentí que se me nublaba la vista y que mis piernas no respondían, comencé a sentir mucho sueño y cerré los ojos. No recuerdo más.

*Sofía

Llore tanto que termine quedándome dormida del cansancio, no fue sino hasta que me dio hambre que me desperté e intente encontrar algo que me dijera que día era o en donde estaba, pero lo único que pude ver cuando mi cuerpo se acostumbro a la luz fueron varias tuberías goteando y un extraño olor como a metal; Intente moverme pero volvía a estar atada a esta columna, sólo que esta vez estaba atada de la cintura nada más, así que podía mover mis manos.

Después de intentar soltarme varías veces, me di cuenta que esta vez estaba atada con cadenas y era prácticamente imposible lograr liberarme, además de que sentía un gran dolor en mis piernas y mi entrepierna, así que intente recostarme y accidentalmente toque algo que hizo un ruido fuerte, cuando intente ver era un plato de comida. Devore ese plato como si no hubiera comido desde que entre a este maldito barco.

No se que sucedió pero de un momento a otro me sentí mareada, se me nublo la vista y comencé a tener mucha sed hasta que mi cuerpo no dio más y supongo que me desmaye. Cuando por fin desperté no sentía mi cuerpo, no podía moverme nada a excepción de mis ojos, al abrirlos pude ver como algo se movía debajo de mis piernas, una figura muy oscura que constantemente hacía un sonido de exasperación y de esfuerzo. Comencé a llorar hasta que pude hacer uso de mi boca y comencé a gritarle, y creo que en mi desesperación ayudo a que mi cuerpo comenzara a reaccionar, así que patee y aruñe a este monstruo que me acosaba y justamente en el momento que me moví vi que estaba desencadenada, así que lo golpee y lo aruñe en el rostro y salí corriendo como si no hubiera un mañana, mis piernas no podían moverse más del dolor, cada paso era una punzada de ardor en mi entrepierna, pero eso no pudo evitar que llegara hasta mi habitación. En el momento en que cruce la puerta y escape de él oí como me gritaba: "¡ ERES MÍA Y NO TE DEJARE NUNCA SOLA!"

El cuarto estaba vació, parecía que mi familia ya no se estuvieran quedando ahí, no parecía que se estuvieran quedando tres personas ahí, pero al dar un paso dentro de la habitación mis piernas colapsaron, no podía caminar y la adrenalina que permitía que mi cuerpo no sintiera dolor se acabo, como pude cerré la puerta y me subí en la cama de mis padres, me acomode entre las almohadas de mis papás y le rogué a Dios que me llevara con él, mi cuerpo no dio más, y mi espíritu tampoco.

Volví a abrir los ojos cuando una luz blanca comenzó a molestarme. creí que en verdad estaba muerta pero al ver con claridad estaba en una habitación blanca y estaban mis padres, mi hermana y un doctor, no entendía que había pasado, no supe porqué estaban todos mirándome y llorando, pero en el fondo sabía la respuesta, sólo que no quería aceptarlo.

- Entonces tuviste que pasar por todo eso sin saber a ciencia cierta lo que te había pasado? - me pregunto Jane cuando termine de contarles la historia a todos.
Mi hermana era la única que podía mirarme a los ojos, el médico se había retirado para darnos privacidad y mis padres no podían dejar de llorar.

- No se ni quien es, solo recuerdo su voz, nunca supe cuanto tiempo estuve ahí, tampoco se que me hizo a excepción de cuando escape. Quiero irme ya a casa
- Ya nos iremos pronto cariño, ya hablamos con él capitán, en pocas horas estaremos en nuestro hogar - dijo mi mamá.
- Por favor no me dejen sola, no quiero verlo o escucharlo, no quiero caer en sus trampas de nuevo.