Cuando alguien te hace sentir tan horrible contigo, al punto de destruirte la autoestima, lo único que acaba consiguiendo es que te fortalezcas. Ese ya basta con el que te plantas ante ti, y empiezas a quererte solo tú, todavía más que antes .
Esa es la diferencia.
Porque, normalmente, cuando alguien carece de autoaceptación, le impulsa la necesidad de sentirse efímeramente mejor, destruyendo la estima de otros. E, irónicamente, se exponen para que le valoren otros, y que, esos otros, pongan el acento a su ánimo.
No has podido conmigo.Pero tú contigo, sí.