A veces la esperanza es traicionera, que no te engañe, porque no, no existe un "no era el momento adecuado". Los sentimientos fluyen indomables, no se rigen de piloto, y se hacen evidentes con una irremediable y mutua electricidad que te abre la puerta, te da paso, te abraza y cual sea el momento SE CONVIERTE en el momento adecuado .