Entre todo el rap mafias, malote y duro que se mueve por ahí (influencia, o influenciado, por el trap), siempre han existido otras vertientes más alegres, satíricas, inspiradoras o reivindicativas; y estas alternativas son las que realmente convierten en verdadero arte la música que da alma al hip-hop.
Hoy hablamos de Gata Cattana (ó Ana Sforza), una joven andaluza que, por desgracia, falleció hace exactamente un año. Ella era un espíritu fuerte, una filósofa con ínsulas de luchadora, una mujer plantando cara a un mundo de hombres .
Una de esas artistas tan necesarias hoy en día.
En sus letras encontramos, por un lado, reflexión sobre la vida y la muerte, la nostalgia y la sociedad; por otro, lucha contra todo, con una fuerza y una sutileza impresionantes, con esa gracia propia de Andalucía.
Realmente una joya que reluce entre el decadente panorama del rap en los últimos años; y aunque se haya ido, relucirá por mucho tiempo siempre que alguien la recuerde.