Tirame los platos sucios,grita, berrea, mírame odiándome,manipulame,y haz que todo el mundo creaque estoy a tus pies.Sigue,agárrame de la muñeca con tanta fuerza comola que te falta para saber quererme bien,si así crees que te sientes mejor.
En eso se resumía todo lo que fuimos,mientras tú lo llamabas amor.
Maldito amor.
Miré hacia abajoy tú sonreías burlón,pensando que eras rey, mi rey.
Quizá has gobernado mi juiciohasta extirpar mis ganas de vivirllevándome a la locura;quizá has apretado de más a mi piel,quien solo te pedía noble.Y dicen por ahí que el tiempo todo lo cura.
Y no es verdad.
Eres una cicatriz lo bastante profundapara que todavía, sigas presente,porque fuiste la enfermedad degenerativade mi mente.
Te vencí, sola.
Ahora,eres trauma.