En un plano picado, te ves como una Diosa,
tu cuerpo el templo, tu sonrisa la luz más hermosa.
Estás ahí tumbada, conmigo en contrapicado,
te miro sin dejar de mirarte, te miro con los ojos embobados.
Has metido tus manos por mi espalda buscando el calor,
a mí, me has dejado que te recorra centímetro a centímetro,
suave, lento, sintiendo en mis manos, la pasión.
Sé que has ardido al conectar con mi fuego,
lo he notado en tus dedos
al pasearlos por mi cuello y mi pecho
como turistas perdidos.
Yo soy como un barquito de papel,
que se enreda por tu pelo
y que navega por tu piel,
y se moja al batir tus aguas
y echa el ancla para admirarte más ratito.
Como a un paisaje,
como al paisaje más bonito.
Y como buen barquito de papel,
en ti me deshago, me deshago de un suspiro.