No te estoy hablando del viaje que emprendes cuando te trazas, o un objetivo, o una meta, o un propósito.
Ese viaje lo puedes definir bien, pero es un viaje por tramos. Después que logras lo anhelado, vas por el próximo tramo.
Sin embargo, el viaje por la Vida, el Existencial, es diferente.
Ese es misterioso y es toda una aventura .
“Un buen viajante no tiene ni planes fijos ni la intención de llegar”.
RECUERDA ESTO: La Vida, eso que vibra dentro de ti, no la puedes, ni planificar, ni saber con antelación el rumbo que va a tomar, ni si vas a llegar a puerto seguro.
¿Qué hace entonces el buen viajante?
Disfruta todo el tiempo y con intensidad del viaje, sin querer el control de todo y sin esperar resultados, dejando que la Vida lo sorprenda.
¿Lo estás haciendo?