Identifica lo que es más importante para ti y concéntrate en ello; deja de intentar hacer demasiado .
Las personas que asumen demasiado experimentan escasez de tiempo, lo que inhibe su capacidad de obtener felicidad de cualquiera de las actividades en las que participen.
2. Acepta tus emociones
Permítete sentir toda la gama de emociones, incluido el miedo, la tristeza o la ansiedad. Ben-Shahar advierte que una expectativa de felicidad constante no es razonable y nos lleva a la decepción. Una vida feliz no es aquella en la que siempre estamos alegres, sino en la que logramos abrazar nuestros sentimientos, reponernos y seguir adelante.
3. Cuida mente y cuerpo
Podrá sonar muy típico, pero hacer ejercicio realmente cambia tu vida. La actividad física no solo es buena para el correcto funcionamiento de nuestro organismo, sino que también es clave para el bienestar y la estabilidad mental. Nos ayuda a eliminar estrés y libera endorfinas, que son neurotransmisores que proporcionan una sensación de placer.
4. Relaciones personales
Como animales sociales que somos, necesitamos del contacto con otros seres humanos para ser mentalmente estables. Está bien aislarse de vez en cuando, pero mantener una buena relación emocional con nuestros seres queridos nos ayudará a mejorar nuestra autoestima y a formar lazos importantes para nuestro crecimiento personal.
5. Resiliencia
Una persona resiliente es aquella que sabe adaptarse a situaciones adversas. Tiene la capacidad de superar circunstancias de la vida que parecieran imposibles de vencer o que te ponen a prueba todo el tiempo, y esto es gracias a su inteligencia emocional, es decir, el autoconocimiento de tus emociones, tolerancia, paciencia y flexible a los cambios.