Durante siglos, los filósofos han reflexionado sobre qué significa la felicidad y cómo alcanzarla. Los autores de hoy, muchos de los cuales provienen del campo de la psicología positiva, aseguran que la felicidad no debe perseguirse como un fin en sí misma, sino que debe provenir de un propósito que le dé sentido y satisfacción a tu vida .Una lección que se aplica tanto al ámbito personal como al profesional.
Más que un estado de ánimo, el ser feliz es un estado de bienestar que abarca muchos aspectos: desde tu salud física y mental, hasta tus conexiones con otros seres humanos. Y tampoco se trata de verlo como un destino o estado final de dicha, sino de algo por lo que se trabaja toda la vida.