Las cosas han cambiado. En realidad, mientras estoy escribiendo esto lo más probable es que millones de personas ya han tomado una decisión que ha provocado una nuevo rumbo en su vida.

Sin embargo, de cierta forma el amor sigue siendo lo más importante, o al menos, una imagen distorsionada de lo que es el amor .No es por malinterpretar, pienso que todos tenemos una forma distinta de ver, sentir y expresar el amor, pero eso no quita que hay limites, porque sino no existiría el amor tóxico.

Años atrás se consideraba correcto matar a tu pareja cuando se consideraba que esta persona había hecho un acto que se consideraba de mal gusto, ahora no, pero aun queda mucho por avanzar. Los celos, la desconfianza, la invasión a la privacidad son actos que se repiten día a día siendo catalogados como demostración de amor. No se puede estar más equivocado.

Los celos no se pueden evitar, pero no significa que sean buenos. Los celos llevan a la desconfianza, ¿y qué es una relación sin confianza? Provocar que tu pareja no se relacione, tener controlado sus pasos y evitar que haga proyectos o ideas solo porque no estás involucrado tú es como ir matándola poco a poco. Tal vez en un principio no se note, porque es la esencia de la persona que estás atacando deliberadamente.

No digo que todos lo hacen, no pienso que en todas las relaciones se llega a este punto, pero de cierta forma en las películas, series y libros se premian estas relaciones, y se piensa que con el perdón todo va a cambiar, que dar segundas oportunidades harán que la otra persona cambie, cuando no es así. Nadie cambia a menos que quiera, y mucho menos dejara de hacer ciertas actitudes cuando piensa que está bien hacerlas.

Porque si nos damos cuenta de lo que hacemos mal en el amor, podemos empezar de a poco un cambio, señalando lo que esta mal y el por qué, explicar lo bueno y por qué también lo es, porque así las personas se podrán entender entre sí, explicando sus motivos, para así llegar a una relación más sana.