Envidio a aquel ignorante
que desconozca del mundo,
yo (no es por ser pedante)pero al oírlo, sucumbo.Envidío a aquel inocente,ya sea niño o adulto,que aún viviendo al presenteignore todo tumulto.Envidio a aquel optimistade inefable felicidad,cuya sonrisa de artistase escapa de realidad.Envidio hasta los finadosque en su apogeo astral,ignoran los encauzadospor los que sufro mi mal.Y es que la dicha persigo;busco el bienestar profundo,más al escuchar me castigo,oyendo miserias del mundo.Vaya era interconectadade dudosos desaciertos,buscando la noche estrelladaconozco los nuevos muertos.Y es que quiero ser felizpero el mundo me violenta,conocerlo fue el desliz,investigarlo la tormenta.Noticia, noticia y noticia.Robos, muertes e histerias.Que extraña esta franquiciaque nos informa las miserias.Y es que me causa angorla problemática susodicha.Si el conocimiento es dolorla ignorancia es una dicha.De ser cierto mi idealyo prefiero ser ignorante,que por conocer el males la aflicción mi amante.Más inmerso en la telarañaaún vivo y doy las gracias,prefiero vivir, y mañana,conocer nuevas desgracia