Con la cabeza llena de frases cerradas en interrogantes, escribo estas letras con la intención que el viento se lleve y al mismo tiempo desenado que llegue a sus ojos.
Todos esos momentos juntos de caricias, besos y anhelada compañía cómplice de sueños quebrantados hoy no significan nada. Quisiera saber cual es la causa para el constante rechazo ¿Que hice para merecerlo?...
¿Suena demasiado cínico preguntar verdad?
Talvez una de mis respuestas sea acertada y lamento mucho ese comportamiento, tenía miedo y sobre todo creía una utopía todo noble sentimiento hacia mí, sin embargo añoraba vivir esa historia de fantasía que reflejan las películas de amor, donde la protagonista, tan apática a cualquier apego emocional termina accediendo a la insistencia de su caballero azul q persistía hasta llegar a su corazón para hacerla suya por la eternidad, y es solo ficción porque en la realidad el orgullo disfrazado de dignidad siempre florece alejando dos corazones q crecían juntos, el suyo y el mío.
Puedo expresar lo que siento porque no me puedo mentir, toda la rabia por volver a reír como tonta y los celos por un comentario, por formar parte de sus conquistas, rabia de ser una más y celos de imaginar salidas con brillantes estrellas románticas como las que tuve a su lado.
Rabia de haber bajado la guardia ante dulces palabras, ante gratos encuentros, ante miradas escondidas tras cortinas de vigilias ajenas que esperan el mínimo detalle para empañar un cariño de verdad que solo me provocaban duda y constante inseguridad al imaginar o fantasear que es cierto que es real.
Y mi autodefensa era la actitud que tomaba día a día.
Pero no todo fue rechazo a veces ganaban mis impulsos de muestras de afecto y claudicaba en un mensaje o con una visita, esos encuentros que me emocionaban, pero siempre tuve el temor a ser burlada otra vez, a pesar de ello sucumbí a mis deseos y me enamore, pero jamás lo mostrare porque aprendí la lección, tarde un poco, pero al fin comprendí como distinguir de un juego.
Entiendo q pude ser la primera o mejor dicho la ultima de su lista lo cual no me hacia sentir del todo orgullosa, pero seria la ultima al fin.
Hoy ya no se puede, ya se rompió lo que había, llámelo juego o no, hoy ya no existe y nos ha llevado hasta este momento donde decir adiós con un rosé o una mirada, aniquilará para siempre hasta la amistad que un día tuvimos.
Lo roto, roto quedara, sin más argumentos y sentimientos guardados, me voy con el recuerdo de lo vivido con los momentos de luz en mi oscuridad, con el viento que provocaba para empujarme a volar y sobre todo con el flechazo que lleno de sonrisas tontas mi rostro.
Suerte en cada deseo y que Diosito lo bendiga el resto de su vida.
Leo.