Y a estas alturas es cuando me doy cuenta de que muchas veces vamos por la vida guiados por la inercia.
- Miramos sin ver.
- Hablamos sin saber que decimos ni que decir.
- Escuchamos sin oír.
- Estamos sin estar.
- Nos vamos sin irnos.
- Nos perdemos para encontrarnos.
- Nos encontramos para volver a perdernos.
- Queremos sin querer y sin saber.
- Odiamos a menudo y con fé.