Adolfo Alarcón, de 21 años, Weimar Paredes, de 19; y su novia, Ruth Magdalena, de 17, estaban consumiendo bebidas alcohólicas en el domicilio de Weimar, cuando comenzaron a discutir, por lo que fueron corridos del lugar.
Los tres salieron para dirigirse a otro sitio, pero en el camino comenzaron a pelear por un problema. Según relató Weimar a las autoridades, Adolfo soltó el primer golpe, entonces él respondió, pero con un arma punzocortante y le dio varias puñaladas.
El 8 de febrero por la mañana, los habitantes de la ciudad de El Alto, en La Paz, Bolivia, hallaron el cadáver de Adolfo y reportaron el crimen a las autoridades, quienes dijeron que se trataría de un asalto.
Más tarde, un vecino de la zona compartió un video en redes sociales en donde se pueden ver a los tres jóvenes caminando en la zona, luego se aprecia como Weimar tiene sometido en el piso a Adolfo, mientras su novia vigila en la calle .
La grabación también muestra que Adolfo se pudo reincorporar, caminó un poco pero luego cayó al suelo y quedó tendido. Más tarde murió desangrado.
El video fue ampliamente difundido por medios de comunicación de Bolivia y en redes sociales, por lo que la madre de Weimar Paredes lo reconoció y llamó a la policía para entregarlo.
La madre del joven dio una entrevista al medio Unitel Bolivia, en la que declaró: “más que todo por ella lo reconocí, por la forma en que caminaba. Solo les pregunté qué había pasado y me decían que nada”.
La mujer también explicó que su hijo solía abandonar su hogar: “desde los 14 años se iba, se perdía, dos días y volvía. Mi esposo siempre le decía que él no debe ser así, que no debe caminar así, porque hay tantas cosas que pasan en la calle, pero él ha tenido malas amistades”.