Cuando pienso en la palabra infancia se me vienen dos palabras más a la mente: hermosa y frágil.
La infancia es la etapa que más hay que cuidar, de ella en gran parte depende el vínculo que el día de mañana vamos a tener con nuestros hijos. Lo que nunca debe faltar en esa etapa es amor, un niño siempre, en todo momento debe sentirse querido y protegido, ver su casa como lo que debería ser... su hogar y dentro de ese hogar ver en todas y cada una de las personas que lo componen un refugio, su refugio.
La infancia es tan frágil que se puede decir que es como tener un pequeño mundo, frágil y de cristal entre tus manos. Según va pasando el tiempo ese pequeño mundo va creciendo y llenándose de todo lo que le rodea.. .
nuestra función es o debería ser la de un filtro para poder de esta manera proteger, reforzar y estabilizar cada paso que den a la hora de su crecimiento.
Usa tu infancia como referencia a la hora de tener que criar; en algunas ocasiones será como un buen ejemplo de los pasos que hay que seguir, en otras ocasiones simplemente será un claro ejemplo de todos y cada uno de los errores que no hay que cometer.