Tres Burricas
1 Feb, 2022
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Sevilla, Andalucía, España: 1809.

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En un pueblo de Sevilla, vivían tres hermanas solteronas. De padres humildes, vivían como podían .
Su padre un día lo llamaron a filas, para luchar contra el invasor francés.

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Las hermanas se llamaban, Cecilia, Claudia y Crisantema, por orden de edad. Muy apenadas por la marcha de su padre, y teniendo a su madre convaleciente y enferma, rogaron a Dios, que a su padre no le pasara nada.

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Así, los meses iban pasando, y las tres hermanas, ayudaban en la casa como podían a su vieja madre. Un día, un hombre les llego del frente de guerra.

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Mi nombre es Pedro Surriano, tal vez os preguntéis quien soy yo. Coronel de brigada del ejercito español. Y os mando esta misiva para deciros que lamentablemente vuestro padre a fallecido.

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Un buen hombre, luchador como ninguno, servidor a su país, y buen amigo de los animales. Lo hirieron de una bala, cuando intentaba salvar a las burras de un destacamento de artillería.

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Estaba desenganchando los bagajes de los cañones, cuando las burras ante los disparos de los gabachos, se encabritaron y lo arrastraron ante los gabachos.

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Las tres hermanas, apenadas, y con el llanto en la garganta, se lo fueron a comunicar a su madre. Al enterarse, la madre, y con el llanto en el pecho, se desmorono.

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Surriano, al ver la escena, se entristeció. Se marcho de Sevilla y marcho al frente. Al terminar la guerra. La hermana pequeña, salió a apacentar a los animales, cuando al llegar al establo, vio tres burricas atadas a un poste.

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La hermana pequeña, no sabia de donde habían salido, pero algo le decía, que el que las había dejado lo conocían. Siempre le estuvieron agradecidas a aquel coronel, y siempre seria bienvenido a Sevilla.
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