Verano del 2014Era una noche cálida de verano, cuando ellos se conocieron. Ella, una arquitecta de la capital, había ido a pasar ese verano a la costa, junto con unas amigas .
.Tiempo después, Carla, que era como se llamaba ella, estaba dudosa de si llamar a Fabian, el alma gemela de su verano. Tenía sus dudas, pues hacía ya tiempo que no sabía de él, y eso la entristeció. Se dispuso a marcar su teléfono en el móvil, algo nerviosa..Pero, al instante, se lo pensó mejor, y desecho la idea. ¿Y si está con otra persona?, pensó ella. ¿Y si todo eso no fue más que una aventura pasajera?. Se decía tristemente. El recuerdo de él, de los buenos momentos junto a él, le pesaban mucho..Una tarde, ella recibió un mensaje, decía lo siguiente: de todos los días que pasé contigo, no me quedaría con ninguno, me quedaría con el brillo de tus ojos, y el roce de tu piel, esa que es como el océano, profunda, salina y cálida a mi piel..No había más palabras, pero a Carla le bastaron para saber que aunque el tiempo y la distancia fueran del tamaño de un océano, lo que sentía por Fabian, era como las olas del mar, y tan estridente como las gaviotas que surcan los cielos.
.Un océano, al que se extraña, un océano del cual era mejor esperar…