A diferencia de otros textos más rígidos en su estructura, existen muchas formas de escribir un texto poético. En estricto rigor es un texto libre, por lo que no debiese existir un manual para escribirla .
1. Lo primero que debiese existir en ti es la intención de expresar algo. Toda expresión de una interioridad implica un sentimiento, por lo que entenderemos esta interioridad como el fundamento de tu poema. Si hay un sentimiento que predomina a la hora de escribir, ese es el temple de ánimo. Es decir, el ánimo que predominará a lo largo del texto que escribirás. Si tu sentimiento es de tristeza, muy probablemente ese sea el temple de ánimo de tu poema.
2. Lo segundo es crear una voz para tu poema. Tal como en la narrativa existe un narrador que cuenta la historia, en la poesía existe una voz ficticia que recibe el nombre de hablante lírico. Este hablante lírico no tiene que estar definido necesariamente, sin embargo es bueno que sepas tú por lo menos de qué o quién se trata. El hablante lírico puede ser una persona (un hombre), un animal (un perro), una cosa (el planeta tierra) o incluso, una idea abstracta (la esperanza).
3. Lo tercero es descubrir la actitud lírica que tendrá esa voz que has creado. Podrías escoger que esa voz hable desde su interioridad únicamente (actitud carmínica), que dialogue con otro (apostrófica) o bien, que cueste la historia de un tercero (actitud enunciativa).
4. Una vez que haz escogido la actitud de tu hablante, entonces debes comenzar a representar lo que quieres expresar a través de las palabras. La poesía te permite jugar en todos los niveles del lenguaje, a nivel sintáctico (forma), semántico (significado), pragmático (discurso), etc. Aprovecha ese hecho a favor de tu potencial creativo. Escoge cuantos objetos tangibles puedas reconocer en tu entorno (objetos líricos) y utilízalos para representar sentimientos (motivo lírico) a través de tu poema. Recuerda que todo objeto lírico en un poema implica un motivo lírico o sentimiento.
5. No olvides que existen las figuras retóricas. Son muchísimas y puedes comprender a través de esta misma página como utilizarlas. Imagínalas como los efectos especiales con los que puedes dotar a tu poema. Verdaderos artificios que llenan de expresividad, ornamento y carácter lúdico a tu poema.
6. Tu poema puede responder a la tradición métrica, es decir tener rimas consonantes, asonantes o bien, ser de rima blanca (sin rimas). Utilízala si sientes que aporta al ritmo de tu poema, o si sientes que te ayudará a memorizar el texto (Mnemotecnia).