Del mismo modo que a tipos como Connors o Lendl les acompañará el sello de las malas pulgas, a McEnroe o Agassi el de la transgresión, a Federer o Edberg el de la pulcritud o a Nadal el del espíritu más irreductible, su carrera quedará definida siempre por el ruido y los extremos, por el todo o la nada, de polo a polo.
Porque sencillamente, la planicie aburre a Djokovic, de nuevo en el centro del huracán, retenido en un hotel de Melbourne a la espera de un juicio por una irregularidad en su visado al querer entrar en el país sin estar vacunado contra la covid.
El número uno del tenis descuenta las horas a la espera de que este lunes se resuelva el enredo judicial que le impidió el paso en la aduana australiana, y saber así si podrá pelear por su 21º grande (está empatado a 20 con Nadal y Federer) a partir del día 17, en Melbourne, o bien debe coger un avión de vuelta después de protagonizar un escándalo mundial.
01:27 La ministra de interior australiana explica por qué Djokovic está retenido El secretario de Estado en el Ministerio de Exteriores serbio, Nemanja Starovic, declaró que el serbio de 34 años es tratado como un criminal, terrorista o inmigrante ilegal por parte de las autoridades australianas y que eso "amarga a sus aficionados y a ciudadanos de Serbia", aunque la titular australiana del Interior, Karen Andrews, ha dicho hoy que el Nole es libre de retornar a su país cuando quiera.Es la pregunta del millón de dólares…”, responde desde Belgrado el periodista Saša Ozmo, que sigue las huellas de Nole desde hace siete años y conoce como pocos los entresijos del campeón.Ya se sabe, polémicas de todos los colores: desde aquellas imitaciones burlonas de los compañeros cuando era un veinteañero hasta sus tretas para enmarañar algunos partidos, pasando por los raquetazos contra el asfalto, los enfrentamientos con la grada, el pelotazo neoyorquino a una juez de línea que dio la vuelta al globo hace dos años o la gira balcánica que montó al poco de estallar la pandemia y que se liquidó con una buena cifra de infectados, incluido él.
01:40 Familiares y seguidores de Djokovic se manifiestan en Belgrado Un grupo de fans apoya al tenista a las afueras del Hotel Park, en la ciudad de Melbourne, donde permanece el serbio tras la revocación de su visado para entrar en Australia Foto: JAMES ROSS (EFE) | Video: EPVQuizá Nadal y Federer son más queridos en la parte oeste, pero en Asia, Sudamérica y el Este de Europa, él es tan querido como ellos”, precisa Ozmo.“Quizá en la zona intermedia de su carrera era un poco más diplomático, pero tanto en sus primeros pasos como ahora, no teme hablar de muchas cosas”, continúa el informador, que describe a dos de las tres patas fundamentales del campeón: padre y equipo, esposa e hijos aparte.
El padre, altavoz en mano estos días y frente al Parlamento serbio, define a Djokovic como “un Espartaco del mundo libre” y le compara con Jesucristo, “al que como a Novak, le hicieron de todo”.
“No le ha hecho ningún favor con sus declaraciones de los últimos años, pero es una figura clave para Djokovic y sin él, probablemente Novak no sería hoy quien es.
Aprecia los consejos de Goran [Ivanisevic, asesor] y ahí está Uly [Badio, el fisio], que ha sido el último en llegar y fue clave en su rehabilitación [tras la operación en el codo derecho de 2017]; y luego está Marian [Vajda, su técnico de toda la vida], que es como el vecino con el que te vas a tomar una cerveza… Ellos se llevan bien tanto dentro como fuera de la pista y Novak, a estas alturas, valora incluso más ese buen trato fuera de la pista”.Djokovic –cristiano ortodoxo, casado con Jelena Ristic desde 2014 y padre de Stefan (7 años) y Tara (4)– siempre ha proclamado a los cuatro vientos el amor por su país y no ha escatimado esfuerzos para competir con su equipo nacional pese a que la carga extra de partidos saturase su agenda.Por supuesto, no todo el mundo le apoya; no es un amor universal, pero diría que la mayoría de la gente sí”, comenta Ozmo, que incide en la faceta humana de Nole y cuenta cómo este se inspiró en la autobiografía Open, de Andre Agassi, para absorber todo el conocimiento que flota a su alrededor.“Novak ha cometido errores, por supuesto, pero también ha hecho muchas cosas importantes off the record: donaciones, labor humanitaria… Sin embargo, rara vez ves que se destaque cómo se comporta con el rival o en las conferencias de prensa cuando ha perdido, o cómo es su relación con los medios o cómo admite que una bola dudosa del rival ha tocado la línea.Creo que el venir de un país tan pequeño como Serbia, del bloque del Este… El tenis ha sido siempre un deporte conservador y elitista, y para algunas personas es difícil aceptar que él sea tan bueno”, prosigue Ozmo.Desde hace tiempo, Djokovic se erigió en una especie de Robin Hood que vela por los derechos y la economía de los tenistas más modestos, aquellos que luchan para sobrevivir a duras penas en el exigente escenario profesional.
Primero ejerció como presidente del Consejo de Jugadores de la ATP (el circuito masculino), de 2016 a 2020, pero hace dos años anunció por sorpresa el nacimiento de la PTPA (Asociación de Jugadores de Tenis Profesionales), en lo que fue interpretado como una maniobra subversiva para defender en paralelo a los jugadores, al margen de las directrices del patronazgo principal.
Así se ganó el apoyo de un significativo grupo de profesionales, especialmente de aquellos que subsisten en las catacumbas de la élite, mientras que los otros dos grandes referentes, Nadal y Federer, apelaban a “la unión”.
Para alguien que ha superado bombardeos y dormido en camas de metal, tres noches en un hotel de refugiados de Melbourne no son algo demasiado dañino”, resuelve Ozmo; “no creo que sea así, porque Novak es capaz de motivarse incluso más ante este tipo de cosas, pero está claro que tal y como está funcionando el mundo hoy día, con todas las restricciones, va a encontrarse con duros obstáculos”.