¿Por qué el corazón y el cerebro en algunas ocasiones no se entienden y se dan la espalda el uno al otro?
La respuesta es fácil... el cerebro en cierto modo siempre está prevenido, analiza lo que puede pasar y le da a una situación cinco posibles resultados: ganar, perder, empatar, mejorar o empeorar. Según la magnitud de la decisión que tengamos que tomar, este hace los deberes y siempre la primera conclusión que saca es clara.
Luego entra en juego el corazón y rara vez está de acuerdo con el cerebro.. .si a este no le parece bien esa primera respuesta clara la va transformando en duda. El corazón en ocasiones es tan irracional que se salta todas las medidas de seguridad que el jefe de arriba le manda. El corazón no contempla resultados, es caprichoso y le gusta ir por libre.
Esta es la razón por la que el corazón y el cerebro no se entienden y en ocasiones se dan la espalda: porque cuando el corazón se equivoca, el cerebro ya había contemplado con toda seguridad esa situación y, cuando es el cerebro el que actúa, el corazón no soporta la duda.