Richard Feynman fue el ganador de este prestigioso galardón en 1965 por un estudio sobre la electrodinámica cuántica. En esa investigación consiguió desarrollar varios métodos para recordar todo.
Richard Feynman es un físico que ganó el prestigioso premio Nobel en 1965 y conocido popularmente por su larga trayectoria vinculada a la mecánica cuántica y electrodinámica .
Durante toda su trayectoria profesional consiguió desarrollar algunas técnicas de memorización y estudio que le permitieran retener la máxima cantidad de información posible. Feynman era un fiel defensor de la comprensión lectora y por eso en muchas ocasiones mencionó que las nuevas generaciones estaban fallando en estos aspectos. "No sé qué le pasa a la gente: no aprenden comprendiendo; aprenden de alguna otra forma, por la rutina, o de algún otro modo. ¡Qué frágil es su conocimiento!", apuntaba.
Años más tarde uno de los escritores de su biografía póstuma, James Gleick, desgloasaba las técnicas usadas por el científico para conseguir recordar todo de manera rápida y eficaz. Desde Business Insider explican que la clave consiste en simplificar los conceptos, ya que así es cuando los estudiantes consiguen de verdad comprender. A partir de ahí, es posible profundizar más y llegar a entender temas más complejos. Para ello aplica cuatro pasos.
Más allá de la memorización o las reglas de retención, el científico apostó por la simplificación. Es decir, convertir los conceptos en algo muy básico para poder comprenderlo al completo. Pero para ello es necesario centrarse en una materia concreta. Dedicar el tiempo suficiente a ello hará que el resultado sea más efectivo.
El segundo punto esencial para saber si has estudiado de forma adecuada es ofrecer una explicación a un niño o a alguien que desconozca al completo la materia. De esta manera el lenguaje y el vocabulario que aplicaremos será tan básico que reforzará nuestros conocimientos.
Si aún habiendo repetido el proceso o conseguido una explicación sencilla hay puntos que no consigues dominar será esencial volver al segundo punto. En ese caso tendrás que reforzar la simplificación y evitar todas las palabras complejas que se ofrecen en los apuntes.
Este proceso no es completamente lineal, por lo que siempre que sea necesario habrá que volver a puntos anteriores. El objetivo es que cuando se lo expliques a otro tú mismo hayas interiorizado estos conceptos sin necesidad de mirar un libro. A partir de ahí podrás profundizar en otros temas más difíciles y resultará mucho más asequible que con técnicas de memorización.