Sin duda los años pasan volando y vamos a ir envejeciendo, pero hay maneras adecuadas de hacerlo bien y no descuidar nuestra calidad de vida y dejar que las huellas de la vejes sean prematuras.
Se gasta mucho dinero en ponernos cremas antiaging o hasta llegar a una cirugía plástica, pero dejamos de invertir en la calidad de vida diaria, que seguramente nos ayudará a estar mejor y tener un rostro fresco, juvenil, con una actitud positiva ante todo.
Veamos algunos tips importantes para evitar la vejez prematura.
1. – Tu calidad de vida es muy importante, pero tiene que ver con los hábitos cotidianos y no sólo acciones esporádicas u ocasionales.
Trata de que sea algo más constante y continuo como el cuidar bien tu piel con suficiente hidratación y exposición moderada al sol y siempre con un buen protector solar .
2. Como resultado de las investigaciones de Dan Buettner sobre las personas que han vivido más de cien años en diversos puntos del planeta (a las que llamó zonas azules) descubrió que tienden a vivir muchos más años los que practican una fe [sin que sea una en particular] pero participan regularmente de las ceremonias y celebraciones, así como tienen un alto sentido de pertenencia a la comunidad en donde se sienten incluidos y apreciados.
3. También encontró que los longevos, tienen por prioridad a sus seres más queridos, a quienes aman por encima de muchas otras personas y actividades. La amistad es fundamental para el diálogo e intercambio de afectos. Y tener pocos, pero muy buenos y profundos amigos, es sumamente nutritivo para el alma. Y por ello, se alejan de las malas y tóxicas relaciones que no aportan nada a su vida.
4. Su alimentación está más bien basada en plantas y frutos, que en carnes. Y cuidan mucho en seguir la fórmula de 80/20, es decir siempre dejan un hueco del 20% en el estómago para no llenarse completamente. Consumen algunas bebidas fermentadas, como el vino, pero siempre ligadas a los alimentos y con moderación. Conservan tradiciones alimenticias, como aceite de oliva, quesos, leche y mantequilla, pero sin químicos y agregados propios de los alimentos industrializados y artificiales. De plano no comen más que comida muy saludable. Tienen muy claro que el alcohol y las drogas reducen años a su vida.
5. Cuidan de no tener estrés y viven más apaciblemente y sin prisas. Su movilidad es constante, sobre todo con actividades fluidas como jardinería. Caminan haciendo tareas y trabajos domésticos y no necesariamente practican actividades físicas en gimnasios y con aparatos. En su estilo de vida no cabe el sedentarismo ni la pasividad, están dispuestos a subir escaleras en vez de elevadores y a caminar unas cuadras en vez de usar un vehículo.
6. Saben descansar y vivir agradecidos con la vida, dándose la oportunidad de tener ciertas actividades recreativas y propositivas, especialmente con los amigos y la comunidad en la que viven. Aportan algo creativo y se esmeran por ayudar y servir.
Por lo que querer vivir más años no significa tener un apego a la vida y tenerle miedo a la muerte, sino haber alcanzado a disfrutarla tanto que se desea prolongar la estancia lo más que se pueda. Es lo que hace el viajero al extender unos días más su estancia, debido al gozo que tiene en sus vacaciones.
Desear quedarse más años de vida en este planeta, es por amor y no por temor. Al tiempo que se disfruta de la vida y de los seres queridos, sabiendo que estamos en manos de Dios. Es El quien decide de nuestra partida y nosotros aceptanos con humildad su voluntad.
Hay una plena consciencia de la inminente caducidad de la vida, pero mientras tanto a disfrutar de lo que se tiene sin apegos y agobios. Querer vivir más años es una feliz decisión, opuesta a quererla disminuir. Por lo que es una manifestación de madurez, serenidad y desde luego un testimonio de fe.
Somos sólo un instrumento de su amor y como dice la canción, «somos como un puente y cuando ya no me necesites, destrúyelo a tu antojo, entre tus manos».
Vivir más tiempo es un privilegio que va acompañado del conocimiento, del bienestar, la sencillez, la naturalidad, la capacidad de practicar los valores universales con alegría y buen gusto. Apasionados al cumplir con la misión que tenemos y dispuestos a dar y a recibir con humildad, sin orgullos ni vanidades.
Dar gracias a la vida, que nos ha dado tanto.