El bitcoin comenzó a circular legalmente en El Salvador desde este martes, ahora se convierte en el primer país del mundo en hacerlo.
La popularidad del bitcoin ha hecho que El Salvador sea el primer país del mundo en adoptarlo como su moneda local. La divisa digital comenzó a circular legalmente en el país desde el martes, cuando su presidente Nayib Bukele adquirió sus primeros 550 bitcoins (más de 25 millones de dólares) asegurando que su Gobierno ahorrará mucho dinero en papel impreso.
El anuncio de Bukele llegó después de que el precio del bitcoin se desplomara hasta los $ 42.900 en las operaciones del martes .
En el pasado, el mandatario se ha referido al alto costo que su gobierno asume al exportar dólares en efectivo y traerlos al país desde Estados Unidos. Por tanto, ha dicho que la adopción de bitcoin les sale mucho más económica. Bukele también dirigió su agradecimiento al Fondo Monetario Internacional (FMI), que ha reiterado en varias ocasiones que “la adopción del bitcoin como moneda de curso legal plantea una serie de problemas macroeconómicos, financieros y legales”.
La aceptación del bitcoin como moneda nacional en El Salvador podría desplazar a los servicios de remesas internacionales. Bukele explica que Western Union y MoneyGram dejarían de percibir unos 400 millones de dólares en ingresos al año. La cifra sería la que los salvadoreños dejarían de pagar al usar bitcoins para hacer transferencias monetarias internacionales, y la misma que cada uno de los servicios mencionados no recibirían.
Datos del Banco Mundial establecen que para 2020 las remesas ocuparon el equivalente al 24,1% del producto interno bruto (PIB) de El Salvador. En total, cada salvadoreño estaría enviando $ 195 mensualmente, lo que representa el 50% de los ingresos del hogar. Hasta ahora, ese efectivo llegaba únicamente por dos vías: un 60% a través de las compañías de remesas, y un 38% a través de entidades bancarias.
Muchos ciudadanos de El Salvador, al ser consultados sobre el envío de remesas, aseguran que los servicios como Western Union y MoneyGram cobran comisiones elevadas. Un aproximado sería que de cada 10 dólares que recibe WU cobran unos 3,41 por el servicio. Sin embargo, las comisiones son muy bajas usando las wallets de BTC, solo hacen falta unos cuantos centavos de dólar para hacer una transferencia. Incluso algunas aplicaciones las realizan de manera gratuita.
Otro factor a destacar por los salvadoreños es la seguridad que obtienen realizando transferencias internacionales en bitcoins. Muchos son víctimas de robos al salir de las compañías de envío de remesas. Ahora podrán recibir el dinero digitalmente sin correr el riesgo de que se lo arrebaten.
Tras el anuncio del Gobierno de El Salvador sobre el bitcoin, diversos comercios como McDonald’s y Pizza Hut comenzaron a aceptar la moneda como método de pago en todo el territorio. El pago en divisas digitales se hace a través del operador de pagos OpenNode. El cual permite realizar pagos tanto en BTC mediante la solución de segunda capa Lightning.
Al respecto, OpenNode aseguró que por los momentos no se realizarán pagos on-chain. Es decir, a través de la red principal de Bitcoin en McDonald’s, sino unicamente a través de Lightning. La razón se debe a que las confirmaciones de este tipo de transacciones demoran un poco más, y no se ajustan al ritmo de un local de comida rápida.
Ahora, un salvadoreño podría comprar un Big Mac (la hamburguesa más popular del mundo) a 0,00011121 BTC, lo que equivale a unos $ 5,49.
Los sondeos de opinión en El Salvador revelan que este es el primer proyecto de Bukele rechazado por buena parte de la población. Esto a pesar de que el mandatario mantiene altos niveles de popularidad. Una encuesta del Instituto de Opinión Pública señala que 66,7% de los salvadoreños opina que la Ley Bitcoin se debía derogar. Mientras que 65,2% se mostró en desacuerdo en que el Gobierno utilice fondos públicos para financiar la implementación de la criptomoneda.
Para demostrar su descontento, cientos de personas se manifestaron contra el bitcoin en varias protestas en la capital. Esto se debe en parte a que El Salvador no tiene una moneda propia, sino que depende del dólar estadounidense. Por lo que, añadir otra moneda a la lista (una muy propensa a cambios bruscos de valor), complicará aún más las transacciones en el país.
Uno de los riesgos que ahora tiene El Salvador es que, tras adoptar el bitcoin como moneda nacional, es más propenso a que florezca la delincuencia, según el FMI. «Sin medidas robustas contra el lavado de dinero y la lucha contra la financiación del terrorismo, las criptomonedas pueden ser utilizadas para lavar dinero de procedencia ilícita, financiar el terrorismo y evadir impuestos. Esto podría plantear riesgos para el sistema financiero de un país, el equilibrio fiscal, y las relaciones con países extranjeros y bancos corresponsales», dijeron sus portavoces.
La aceptación del bitcoin ya está resonando en otros países de Latinoamérica. Por tanto, el FMI instó a los gobiernos a utilizar las nuevas formas digitales de dinero «solo cuando puedan preservar la estabilidad financiera, la eficiencia y la igualdad».
Una encuesta reveló que la decisión del país centroamericano, de adoptar el BTC como moneda de curso legal, es bien vista por un 50% de los colombianos, argentinos, brasileños y mexicanos. ¿Sus razones? Diversificar sus inversiones, usarla como mecanismo para el resguardo de valor y para los intercambios internacionales de dinero.
El largo historial de economías inflacionarias en América Latina preocupa a los expertos. Muchos admiten que países como Argentina, Colombia, México o Brasil primero deben educarse mejor sobre bitcoins y el resto de los activos digitales. De todas formas, es evidente que el mercado de las criptomonedas seguirá creciendo en la región. Mientras tanto, el experimento de El Salvador servirá como una gran referencia sobre cómo incorporar el BTC en sus economías