Cuando empecé a salir con mi ex, él era perfecto. Era romántico y encantador, y no existía nada malo .
A veces se quejaba de que no tenía dinero, pero otras me compraba algo caro de forma inesperada. Todo lo que me compraba era de la misma tienda, y me cubrió de regalos y cupones para comprar ropa allí. Empecé a sospechar algo, pero luego me preocupaba que todo estuviera en mi cabeza y ser la típica novia celosa. Me hizo creer que eran cosas mías.
Empecé a espiarlo y a observar cada pequeña cosa que hacía. Después de un año saliendo, descubrí que llevaba saliendo con otra chica más tiempo del que llevaba conmigo. Por lo que comenzó a salir conmigo MIENTRAS TODAVÍA ESTABA CON ELLA. Lo negó y dijo que estaba loca y que necesitaba ir a terapia. Pero fui a hablar con ella y todo mi mundo se vino abajo.
Vivía en otro estado, pagaba todas sus facturas y trabajaba en la tienda de la que provenían todos sus regalos, así que básicamente eran todos de ella. Me dijo que se enamoró de mi, pero que necesitaba seguir con ella por razones financieras. Al parecer ella pagó todas sus facturas: teléfono (una vez que hablamos durante 8 horas), internet, supermercado e incluso su seguro médico.
Me pidió si podíamos continuar juntos sin que la otra mujer lo supiera. Pero incluso después de habérselo contado, ella dijo que todavía lo amaba y rompieron, pero él terminó manipulándola para que volvieran. Lo dejé, pero fue doloroso ser engañada y vivir una mentira. Todavía sigo intentando salir adelante".