Mira cómo la conciencia plena te ayuda a vivir el momento.
Si has oído hablar de la meditación de conciencia plena (también conocida como conciencia plena) o has leído sobre ella, tal vez sientas curiosidad por saber cómo practicarla. Averigua cómo hacer ejercicios de conciencia plena y cuáles son sus beneficios.
La conciencia plena es un tipo de meditación en la que te concentras en estar plenamente consciente de lo que estás experimentando y sintiendo en el momento, sin interpretaciones ni juicios .
Pasar demasiado tiempo planificando, resolviendo problemas, soñando despierto o pensando pensamientos negativos o aleatorios puede ser agotador. También puede hacer que seas más propenso a experimentar estrés, ansiedad y síntomas de depresión. Practicar ejercicios de conciencia plena puede ayudarte a desviar tu atención de este tipo de pensamientos y a involucrarte con el mundo que te rodea.
La meditación se ha estudiado en muchos ensayos clínicos. La evidencia general confirma la utilidad de la meditación para varias afecciones, entre ellas:
La investigación preliminar indica que la meditación también puede ayudar a las personas con asma y fibromialgia.
La meditación puede ayudarte a tener pensamientos y emociones de mayor equilibrio y aceptación. La meditación también ha demostrado:
Hay muchas maneras sencillas de practicar la atención plena. Algunos ejemplos son:
También puedes probar ejercicios más estructurados de conciencia plena, como los siguientes:
Depende del tipo de ejercicio de conciencia plena que planees hacer.
Los ejercicios simples de conciencia plena se pueden practicar en cualquier lugar y en cualquier momento. Las investigaciones indican que activar los sentidos al aire libre es especialmente beneficioso.
Para ejercicios más estructurados de conciencia plena, como la meditación de exploración corporal o la meditación sentada, necesitarás reservar tiempo cuando puedas estar en un lugar tranquilo sin distracciones ni interrupciones. Puedes elegir practicar este tipo de ejercicio temprano en la mañana antes de comenzar tu rutina diaria.
Trata de practicar la conciencia plena todos los días durante unos seis meses. Con el tiempo, es posible que descubras que la conciencia plena se convierte en algo natural. Piensa en ello como un compromiso para reconectarte y nutrirte.