Los masajes pueden ser una herramienta poderosa que te ayude a hacerte responsable de tu salud y bienestar. Comprueba si son adecuados para ti.
Los masajes solían estar disponibles solamente en spas de lujo y gimnasios de alta gama .
Masaje es un término general para la presión, el frotamiento y la manipulación de la piel, los músculos, los tendones y los ligamentos. El masaje puede variar desde una caricia suave hasta una presión intensa. Existen muchos tipos diferentes de masajes; los tres más comunes incluyen los siguientes:
Por lo general, los masajes se consideran parte de la medicina integradora. Se ofrecen cada vez más junto al tratamiento estándar para una amplia gama de afecciones y situaciones médicas.
Los beneficios de los masajes pueden incluir:
Aunque se necesita más investigación para confirmar los beneficios de los masajes, algunos estudios han demostrado que los masajes también pueden servir en casos de:
Más allá de los beneficios que posee para las afecciones o enfermedades específicas, algunas personas disfrutan del masaje porque a menudo produce sentimientos de cuidado, comodidad y conexión.
A pesar de los beneficios, el masaje no es un sustituto de la atención médica frecuente. Cuéntale a tu médico que estás probando los masajes y asegúrate de seguir el plan de tratamiento estándar que tengas.
La mayoría de las personas pueden beneficiarse de los masajes. Sin embargo, es posible que los masajes no sean adecuados si tienes:
Habla con el médico acerca de las ventajas y las desventajas de los masajes, en especial si estás embarazada o si tienes cáncer o un dolor que no puedas explicar.
Algunos tipos de masajes pueden dejarte dolorido al día siguiente. Pero los masajes, normalmente, no deberían ser dolorosos ni incómodos. Si en algún momento el masaje no se siente bien o te causa dolor, hazle saber al masajista de inmediato. Muchos problemas graves se originan por la presión excesiva durante los masajes.
No necesitas una preparación especial para un masaje. Antes de empezar una sesión de masoterapia, el masajista te preguntará si tienes algún síntoma, te preguntará por tus antecedentes médicos y qué esperas del masaje. El masajista te explicará el tipo de masaje y las técnicas que utilizará.
En una sesión de masoterapia típica, debes quitarte la ropa o llevar prendas holgadas. Desvístete tanto como te sientas cómodo. Por lo general, debes recostarte sobre una camilla para masajes y cubrirte con una sábana. El masajista saldrá de la habitación para que te desvistas antes del masaje y para que te vuelvas a vestir una vez terminado el masaje. También puedes recibir masajes sentado en una silla, completamente vestido. El masajista debe realizar una evaluación mediante el tacto para ubicar las zonas de dolor o tensión y para determinar cuánta presión debe ejercer.
Según tu preferencia, el masajista puede usar aceite o loción para reducir la fricción sobre la piel. Dile al masajista si tienes alergia a alguno de los ingredientes.
Una sesión de masajes puede durar entre 10 y 90 minutos, según el tipo de masaje y el tiempo que tengas. No importa qué tipo de masaje elijas, debes sentirte tranquilo y relajado durante el masaje y después de él. Respira normalmente a lo largo de todo el masaje.
El masajista puede poner música durante el masaje o hablarte, pero puedes decirle si prefieres silencio.
Si el masajista está haciendo los masajes muy fuertes, pídele que haga menos presión. A veces puedes tener un punto sensible en un músculo que se siente como un nudo. Es posible que te cause molestias mientras en masajista lo trabaja. Pero si sientes dolor, hazle saber al masajista.
Pregúntale al médico o a otra persona de confianza si tiene a alguien para recomendarte. La mayoría de los estados regulan a los masajistas mediante requisitos de licencias, registros o certificaciones.
No tengas miedo de hacerle a un posible masajista preguntas como:
Deja de lado cualquier creencia de que los masajes son solo una forma de sentirte bien y mimarte o consentirte. Todo lo contrario, los masajes pueden ser una poderosa herramienta para ayudarte a tomar el control de tu salud y bienestar, ya sea si tienes una afección de salud específica o solo buscas otra forma de aliviar el estrés. Incluso puedes aprender a automasajearte o a hacerte masajes con alguien en tu casa.