Transitar los procesos, transitar el dolor, transitar los cambios, transitar la incertidumbre, transitar la decepción, transitar la desolación.

Transitar esas situaciones incómodas que quisiéramos negar, cuán complicado puede ser! Sobre todo si estamos negados a ello.

La clave está en aceptar que nos toca vivirlos, experimentar esos sentimientos amargos y angustiantes sabiendo que son transitorios, que tienen fecha de finalización.

Si los aceptamos aún con todo el miedo que nos genera, y nos entregamos a esas sensaciones extrañas, vamos a descubrir lo fuertes que somos, la resiliencia, que nos hace aún más fuertes, y que siempre que llovió paró...si abrazamos esas circunstancias adversas sin duda saldremos más fortalecidos y con un mayor conocimiento de nuestro interior.  .