Un tema cuanto menos curioso, un elemento que lleva con nosotros desde el inicio de la mera existencia de la humanidad, el terror, es una faceta de nuestro propio cuerpo que nos indica que algo malo va a pasar y muchas veces no podemos hacer nada con él, pero aún así lo vendemos y lo buscamos.
Desde el principio, el terror a la oscuridad o el terror a algo desconocido nos ha acompañado desde que vivíamos en cuevas y se cernía la oscuridad sobre la Tierra cuando está llegaba a la noche.
El terror se puede desarrollar por una experiencia traumática y cogerle miedo a diversas cosas, pero esto no es un análisis de cómo es el terror o lo que puede producir terror (bueno lo que puede producir sí) ya que la idea de este post es reflejar cómo comercializamos ese "sentimiento".
Mediante las películas y puede parecer extraño destacarlo porque es algo común en las diferentes sales de cine ver películas con este género, pero lo más extraño es buscar este terror en el entretenimiento ya que no es bueno en una primera instancia.
El terror produce una incertidumbre en el cuerpo con la cual tensa todos los músculos (si el filme es bueno), creando un estado en tu organismo de alerta, y generando la adrenalina para actuar en consecuencia de lo que suceda.
Sin embargo, todo ocurre cuando estamos sentados viendo un largometraje y no hay un peligro real, lo que casi desarrolla un mal hábito para el cuerpo, pero a la larga, a la muy larga. Lo que se dice de que, ante el peligro, el cuerpo reacciona a correr (en lo general cuando existe el terror) o a quedarse paralizado por la misma sensación, no funciona de la misma manera viendo una película porque el peligro/el terror no es real, pero sí puede ser agotador para el cuerpo.
Pese a todo esto, pese a que sufrir miedo sin un peligro real, científica o razonadamente, es algo sin sentido, las personas (fans del género) buscamos ese sentimiento, esa reacción porque es, en parte, un subidón de adrenalina.
Aunque nos de miedo (como alguna persona que le gusta el terror, pero luego se contradice con que no puede ver del todo la película porque le da miedo y a la vez la quiere ver, pero le da miedo), aunque el terror sea intenso, lo perseguimos para disfrute general.
Un breve inciso, esto es sobre películas buenas de grandes sustos y que susciten el terror en el cuerpo, no sobre las cintas que tienen sustos, sustos y más sustos que, con eso, al final te acostumbras.
Pasar un buen rato terrorífico no solo lo pasamos dentro de un cine o simplemente viendo la obra audiovisual, lo pasamos en otros espacios preparados para ello como 'La casa del terror' de muchos parques de atracciones o incluso los escape room (sobre todo si son a ciegas) dan esa sensación de que todo te ataca, te atemoriza o que no puedes escapar.
Casi parecemos masoquistas buscando sensaciones en este tipo de actividades o en este tipo de género de actividades que no nos ofrecen buenas sensaciones porque, el terror, no nos trae nada bueno de entrada ya que "pasamos un mal rato" (por muy bien contrario que sea de lo que he escrito en el párrafo anterior).
Somos morbosos
En eso radica que vayamos a consumir esto, en que somos morbosos.
Conclusión, la curiosidad de saber lo que puede pasar, lo que puede haber en la oscuridad, pero sobre todo las sensaciones y la respuesta de nuestro cuerpo a ello nos proporciona un subidón de adrenalina que mucha gente está buscando .
Gracias y hasta pronto.