MICROCUENTO: GALVA.

En el pequeño pueblo Aragonés de Forkas, estaban preocupados ese día. Y no era para menos, pues alguien quería acabar con la anciana Galva .

Galva había vivido toda su vida en ese pueblo, era parte de él. Durante su juventud, jugaba con los otros niños del pueblo como una más.

Esos niños, que ella protegía y defendía cuando se metían en problemas, esos niños con los que tan buenos momentos había pasado, ahora la querían muerta. Tristemente, Galva se preguntaba el porqué de este cambio tan radical.

Así, un buen día, después de enterarse del terrible suceso, Galva, reunió todos sus enseres, y se refugió dentro de una cueva, cerca de la localidad. Estaba muy entristecida, ¿qué había pasado?, ¿acaso hizo mal a alguien?, no lo sabía, y eso la entristecía aún más.

Igual, pensó Galva, era por su origen, pues Galva era totalmente diferente a las otras personas del pueblo. Algo que ella no le daba mucha importancia.

Una tarde, cuando el sol estaba ya en su ocaso, un hombre se presentó en la entrada, portaba una gabardina y ocultaba su mano derecha bajo el abrigo. ¿Qué quiere?, le pregunto Galva, con una mezcla de miedo y curiosidad.

El hombre no medió palabra con Galva, si no que en un acto rápido y veloz, sacó el arma que escondía debajo de la gabardina, y con la cual apuntaba a Galva. Galva se paralizó, presa del terror. ¿Por qué lo vas hacer?, pregunto ella, suplicando.

Porque por especímenes como tú, puedo ganar más de lo que habría soñado. ¿Cómo te llamas?, preguntó Galva con lágrimas en los ojos. Jorge, el matadragones, y tu eres una dragona, una inmundicia, algo que eliminar de la faz de la tierra.

Acto seguido, se oyeron disparos y ruidos dentro de la cueva, lo que alertó a la población de Forkas. Al llegar los lugareños, vieron un enorme charco de sangre, y a Jorge malherido, con un tajo que le recorría el abdomen, y unas huellas saliendo de la cueva. Alguien había escapado...

Por favor, entra o regístrate para responder a esta publicación.

Etiquetas más populares