Los Amigos No Existen

Pensé que ella no iba Aser igual a todos los demás pero me equivoqué, otra vez me equivoqué.

¡Maldición!

Por qué a mí, no lo entiendo, y trato, trato con todo mi ser por qué todo esto me tiene que pasar precisamente a mi, una simple chica desinteresada.

Y pensé, pensé que por ser ella iba a ser todo distinto, por un instante soñé con tener una amiga de verdad, más bien fanfasie con tenerla mientras presenciaba el daño que me hacía.

Lo presenciaba y en esos instantes me hacía a la idea de que al siguiente día iban a ir mejor las cosas.

Gran estúpida la que me convertí creyendo todas sus palabras y promesas de nunca dejarme sola, de nunca herirme, de siempre quiero verte feliz.

Y me duele aceptar que me volví a equivocar, duele por qué cree escenarios dónde todo iba bien, todo ella nunca me hirió con sus palabras y acciones, donde ella me hacía estar feliz en todo momento y nunca se borrará mi sonrisa.

Y ¿Llore?, Claro que no, solo es un sentimiento de adentro no de afuera y así estoy mucho que mejor, sin botar ni una sola lágrima por aquella persona que me hizo y sigue haciéndome daño, me sigue dañando por qué soy tan cobarde al no cortar lazos con ella y es frustrante ese poder que ella tiene en mi para no dejarla, para no deshacerme de su amistad y todo lo que convenga con ella.

Tan malditamente cobarde me volví.

Tan cobarde que ni si quiera puedo mirarla a la cara decirle todas sus verdades, y tan miedosa que al decirle todas sus verdades me deje y quedarme sola otra vez, aunque en fondo eso es lo que quiero.

Disfrutar de mi soledad es lo último que me queda por hacer, mi soledad tan preciada y amada por mí que no tengo coraje para decirle adiós, y tampoco tengo el valor para decirle a ella un adiós.

Me volví tan débil por ella, que haría todo por ella, y no, no es amor, el amor es más profundo que esto, más bien, el amor me da asco, repulsión, desagrada, te vuelve tonto y estúpido, te siga hasta más no poder, eso es amor, y el amor lo desprecio como también el amor me desprecia es un odio mutuo y no me quejo de ello.

Quisiera poder decirte adiós.

Quisiera poder hablar y dejarte bien en claro que ya no quiero estar cerca de ti.

Quisiera poder decirte tus verdades hasta que te duelan.

Pero no puedo.

Simplemente no puedo.

Soy una cobarde. .

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