Dicen que las prisas no son buenos sin embargo andamos a mil por hora; vamos demasiado rápido, viviendo el día al paso de otros, como un robot sistematizado y previamente configurado para hacer ciertas tareas !por Dios!, somos humanos, tenemos sentimientos, deseos y necesidades. No les pasa que los días se van y no se dan cuenta, vivimos al son de esperar el viernes y la hora de descansar, lo demás lo hacemos por monotonía u obligación .
Ir por la vida sin valor, cumpliendo responsabilidades que son cruciales pero que hacen que nos olvidemos de nosotros mismos. Odio sentirme una máquina más de este mundo complejo, yo quiero hacer cada día algo feliz, sentirme viva, no amar por amar, quiero enamorarme de verdad y compartirlo o disfrutar del sexo sin tabú, caminar sin rumbo solo por salir a respirar, correr y gritar, estudiar y aprender por mi no por nadie más, trabajar porque lo necesito pero en lo que quiero. Bailar sola, llorar, escribir lo que me place, hacer mi vida sin límite alguno más que el respeto a los demás.
No lo tomen como una idea loca, es que hoy me senté y vi como la presión de hacer siempre lo correcto y lo lógico para los demás está acabando con mi vida y con muchas otras. Hablan de libertad pero no ven más allá de la teoría, se horrorizan con la práctica y estigmatizan a los que ya lo son, realmente admiro ese tipo de personas que viven en toda libertad, que no se le van los días porque viven sin miedo cada uno de ellos.