Mi alma transparente y translúcida entre transeúntes. Tu magia visible en la ciudad de luces. Si "tu y yo" nos compenetramos tan vencidos en aislamiento. El colapso de las calles iluminadas, los besos estallando frente a mi, la cita a ciegas colisionaba por lastima. Las emociones ambivalentes y la duda empuntaba su ambigua belleza. Mil veces dentro de ti, y el maldito olvido de legado. Ella era tormenta, yo la tempestad que a corta distancia temian su diluvio. Al final siempre tuve mi condena.