Hace tanto que me fui de tu lado, tantos días, meses. años.. .

Debo confesar que alguna vez cuando llegué a salir, el miedo se colaba a través de mi, imaginando que podría encontrarte, me asustaba pensar que tendría que enfrentarte después de la ultima vez que, con lagrimas en los ojos y el corazón destrozado, te dije adiós. Sin embargo, al pasar el tiempo, ese pensamiento ya no volvió a aparecer, dejaste de dolerme... y como alguna vez me dijo mi madre, todo pasa; tu pasaste. No volví a acordarme de tí, por lo menos no con dolor. Siempre por alguna razón alguien te sacaba a colación, pero afortunadamente aprendí a hablar de tí como alguien lejano, alguien que solo veía a través de una ventana. ¿Cómo es que ahora estoy escribiendo esto?

Muy en el fondo de mi mente, tu seguías siendo a quien imaginaba en su habitación, acostado viendo tv o usando su celular, imaginaba a tu madre yendo a tu cuarto y llamandote con su voz dulce y amorosa. Así te veía, así te imaginaba. Como un cuadro que de vez en cuando iba a visitar en el museo casi olvidado de mi mente, me gustaba que permanecieras allí, con tu vida cotidiana igual que siempre, no dolía, no molestaba... no sentía. 

Pero te fuiste, desapareciste de mi cuadro, todo el retrato se desvanecio porque tu ya no estás aquí... todo se fue, el que era tu hogar ahora está ocupado por extraños, la habitación donde tuvimos la historia más bonita e intensa ya no existe más. Todo lo que fuimos se desvaneció y ahora, me pregunto si antes de marcharte también pensaste así, también viste con tristeza como dejé de existir para siempre. 

La chica sonriente que te visitaba todos los días y se escapada de su casa por las madrugadas para entrar por tu ventana, esa chica poco a poco fue desvaneciendose. Finalmente todo acabo ¿No es así? los recuerdos que quedaban solo se fueron para siempre, ahora siento como si nunca hubieramos sido. 

Han pasado tres años, y estás muy lejos en un lugar nuevo donde todo volvió a comenzar para tí. 

Yo me quedé aquí, pintada en un retrato mirando con desesperanza el tiempo que construí en recuerdos, recuerdos que me abandonan porque quien los hacía existir ya no está más.

Adiós para siempre a mi primer amor, espero que seas realmente feliz, que aprendas a amar y que encuentres el camino de tu vida. Adiós.