Mis manos acarician un pañuelo
Otras horas con el fuego consumidas
La pasión que me causaba desvelos
Muy sentida ha preparado su partida.
En un rincón con las luces apagadas
Una vela me acompaña en disonancia
Melancolía de mis letras no aclamadas
Un amor navegando en la ignorancia.
Ya las lágrimas tomaron vacaciones
Ya mi pluma no quiere escribir versos
Ya mi vida no la llenan tus canciones
Ya mis labios no sentirán tus besos.
Taciturno canta un pájaro a lo lejos
Taciturnas son las huellas que dejaste
La soledad ha llegado en tu partida
Quiera Dios que no piense ella quedarse.