En una taberna hay una discusión entre un sacerdote, un campesino, un caballero, un banquero y un artesano, mientras que el resto de comensales observa la discusión, atentos a los argumentos y contraargumentos.
Discuten sobre quién de ellos es el más importante para la aldea.
El campesino dice que los alimenta, el artesano argumenta que sin las herramientas que fabrica nadie podría hacer su favor.
El banquero considera que al dominar el dinero de todos es el más importante.
El sacerdote dice que es el, intérprete de la voluntad divina, quien debería gobernar para asegurar vivir en armonía con los dioses.
El caballero replica que él protege a toda la aldea de todos los males de fuera y garantiza el orden.
Y aquí viene la pregunta:
¿Quien tiene razón? ¿Quién es de verdad el más poderoso? ¿Y por qué?