El viento corre como un susurro en medio de la tempestad, anunciando lo inevitable, gritando entre murmullos lo terrible del tiempo, corramos sin necesidad de mirar atrás, sin ver a los lados, sin importarnos los chismes o las malas intenciones de otros.
Apenas estamos corriendo, ¿sostendrás mi mano cuando el tornado intente arrastrarme? ¿Seguirás diciendo “mía” cuando sea de la soledad y el vacío?
Perdida me conociste y perdida estoy, no quiero que me encuentren, quiero encontrarme, deseo que me sostengas la mano, deseo que ayudes a volar, me ayudes a sanar.
La guerra deja marcas, la batalla deja metas, y la vida, la vida deja todo y arrebata todo.