Primero un poco de historia para entrar en materia; la idea original del bolígrafo BIC surgió en el año 1931 y no fue hasta 1945 que la empresa BIC se interesó por la patente y la compró. Entonces, se podría decir en realidad que el boli de toda la vida tiene entre 70 y 90 años dados estos datos.
Sí, es verdad, os he mentido un poco con la portada, pero hay que hacerlas llamativas para que la gente se meta a ver el contenido y el título tampoco es cierto ya que sí sufrió un cambio en 1991, pero todo eso lo vamos a abordar en esta publicación.
A analizar el producto que nunca cambiará.
TAN POPULAR COMO SIEMPRE
Efectivamente, este es uno de los materiales de oficina/colegio que más popular es en todo el mundo y que, en la actualidad, todavía sigue teniendo ventas millonarias (vendiendo 6 millones de bolígrafos en todo el mundo).
No para nada porque su diseño es algo que funciona y cuando algo funciona hay que dejarlo tal cual y aprovechar al máximo sus beneficios .
Es una tecnología sencilla que sustituía a la tecnología vista dentro de las plumas estilográficas con una técnica muy sencilla, pero muy inteligente. El bolígrafo es una rueda de acero inóxidable que, al contacto con la presión, gira y se unta de tinta pudiendo escribir así hasta tres kilómetros.
Una idea simple, pero bien ejecutada, puede darte muchos beneficios.
Sin embargo, no todo lo bueno del bolígrafo BIC está en su mecanismo; también está en su producción y un poco en su marketing o en su forma de venderse. Para que se entienda mejor: el bolígrafo cuesta muy poco producirlo y se vende muy barato.
Esto provocó que todo el mundo pudiera acceder a este producto y acabase como está ahora, en los hogares de todo el planeta.
EL CAMBIO QUE SE HIZO, POR UNA BUENA RAZÓN
Aquí lo que yo quiero destacar no es el cambio que se produjo en el producto (porque es una nimiedad y me cambia un poco el título jaja) sino el hecho de que es un pequeño fallo debido a un factor muy importante que son los niños.
Seguramente, al inicio de vida del boli, su intención era venderlo a oficinistas, a personas que necesitasen algo más barato y cómodo para escribir, en concreto, a adultos con desempeños profesionales en la escritura.
No tuvieron en cuenta que, al popularizarse para las escuelas, que los niños pudieran tragarse la tapa y ahogarse. Tras varios incidentes de este tipo, la compañia decidió hacer el típico agujero que posee ahora mismo. Así, permite que el aire pase y que alguien no se ahogue.
Es simple el detalle, la idea original estaba bien y funcionaba, el cambio fue por un bien mayor, pero el producto (y esto es lo más destacable) es algo inamovible.
Aquí un vídeo de cómo se fabrican.
Conclusión, el bolígrafo BIC es un invento, de los pocos, que desde el primer momento funciona para toda la vida y ha permanecido en el tiempo hasta ahora. La tecnología informática lo acabará destruyendo, pero ese es el precio de la innovación. Este es un producto que, para solucionar el problema que se planteó en su creación, roza la perfección.
Gracias y hasta pronto.