Hoy vengo a compartr mi pequeña experiencia con los dos o tres juguetes sexuales que he tenido, en concreto varios huevos masturbadores (cada uno mejor que el anterior), y a dar una pequeña reseña de los mismos. Este es un caso de juguete para hombres.
CON LA MANITA
Tocarte con la manita es algo como natural, a lo que recurre todo el mundo .
Tal vez, en mi caso, soy un poco bruto y yo me inicié en la masturbación con un método de empezar a calentar tocando, excitar y excitar hasta llegar a sacar el lubricante natural y comenzar un disfrute de una tarde.
Algo que a duras penas recomiendo si no estás muy excitado porque, en mi afán de ser tan bruto, muchas veces esa zona se queda muy seca y es mucho mejor usar un lubricante o usar saliva (aunque parezca asqueroso, en medio de la tarea te importa todo más bien poco; solo importa disfrutar). Un punto malo de la saliva es que se va enseguida y hay que renovar o debe haberte valido para excitarte y llegar a tu lubricante natural.
Sin lubricante en muchos casos, sobre todo si llegas a una adicción, puedes ocasionarte lesiones y heridas. También hay que mirar la fuerza del meneo que luego la colita duele y es bastante molesto.
Digamos que la mano tiene la práctica de todo esto, pero esto también se puede observar con el juguete aunque no es lo mismo coger con la mano que con juguete ya que interviene un plástico.
Un punto en contra es que te ensucias las manos y también huelen, después a lavarlas.
CON EL JUGUETITIO
De las primeras experiencias con el juguetito, no es del todo bueno, pero tampoco es culpa de aparato en sí. Es un poco culpa mía porque del uso que se le dio, se rompió llegando al punto de que se deformo la silicona y el huevo se convirtió en un huevo deforme.
Esto ocurrió por la brusquedad con la que yo meneaba el miembro, pero también puede ocurrir si tienes un aparato demasiado gordo que lo extire y extire hasta el máximo y no pueda más. La respuesta de este tipo de siliconas es deformarse antes de romperse.
Con el nuevo y actual huevo que poseo, he bajado la frecuencia de uso (combinándolo con usar las manitas) y echarle mucho lubricante porque sino la sequedad y la fricción pueden romper el juguete nuevamente.
Con este juguete, la diversión también está hay y algo más variada. Para ocasiones donde desees experimentar mucho más porque la paja se te quede corta, es un momento ideal y para cambiar del tocamiento solo con mano, también está bien.
Hay que buscar un buen huevo o máquina (más profesional, con más modos y más cara) que genera bastantes sensaciones, que acaricie mucho porque los baratos huevos no son tan sensitivos (al menos para mí) y esos son para situaciones mucho más ocasionales.
Otro punto a favor, con el juguete y con precaución, es la limpieza que conlleva el no usar directamente las manos y evitar ensuciarte (si lo haces bien porque eso desprende el lubricante y la descarga de tu colita).
Un punto en contra, tener que limpiarlo cada vez que se usa, no como el miembro que se descarga fuera y aquí no ha pasado nada.
Añadir que depende de la sensibilidad en la zona de cada uno, adquirir un juguete de una índole o de otra. Al final es probar.
Conclusión, yo diría que cada tocamiento tiene sus momentos, si te encuentras en un momento donde no poseas este aparato pues toca sin él, aunque no indico eso si no más las ganas relacionadas, si está funcionando sin el juguere que siga así. Si lo que deseas es añadir más diversión o un momento diferente, usar el juguete es lo mejor. Esto es una comparación, no solo de mi percepción, sino de cómo es usar las dos cosas, pero la señalización es que es un complemento que no sustituye a nada.
Gracias y hasta pronto.