Hoy es una de esas noches en donde le abro las puertas al alma, dejo fluir mis pensamientos y que sean mis dedos que traten de definirlos.
Somos dueños de nuestro destino, de lo que elegimos y lo que sentimos. La vida muchas veces nos pone en lugares a los que no pertenecemos y son exactamente los mismos que nos enseñan hacia donde tenemos que dirigirnos.
En el transcurso del camino conocemos a miles de personas, muchas de ellas se van otras se quedan y demuestran los mejor de si misma y el por qué pertenecen a nuestras vidas , pero es increíble como conoces a una persona en medio de la nada y termina siéndolo todo, cómo tus emociones se vuelven dependientes de tan solo una palabra, mirada o un gesto y desde entonces tus pensamientos tengan otro dueño y tus sueños otro protagonista.
Hay quienes sin saberlo se convierten en lo mejor de tu vida, en aquel motor que necesitabas para poder seguir, en el superhéroe que te salvó de los peores pensamientos y que miles de veces te ha hecho sentir lo que verdaderamente eres.
No te conocí en el peor momento de mi vida, pero te necesitaba.
Sigue siendo increíble cómo contigo sigo teniendo los mejores escenarios, cuando no imaginaba una vida con ellos ...