Odio buscarte en las caras de los demás, en los cuerpos ajenos que simulan tu presencia, odio voltear dos veces para confirmar que no eres tú. Odio buscarte en todas partes, pero supongo que lo que realmente detesto es no encontrarte. Estás, pero sin estarlo, no debería de pensar en ello, ni pensar en ti .
Trato de quitarte de mi mente convencerme de que nuestro pasado ha dejado de tener futuro.