Quédate que tengo miedo, le tengo miedo a todas las verdades que me persiguen, miedo a las balas que aún me tienes escondidas, miedo a perderte, a qué algún día dejes que parecerme locura, miedo a que tus palabras se confundan con silencio y me queden secuelas de haber escuchado y no recordar tu voz, miedo a que no nos conozcamos, que seamos extraños que solo se miran desde lejos, abrázame fuerte, no quiero recordarte como el que de un puñetazo me hizo sangrar las encías, la nariz y los sueños, te recuerdo por hacerme más fuerte, que tu olor traspase las barreras de la piel, nunca podrán decirme que no estuviste, que eras un sueño, porque estás aquí, porque estoy aquí, dejando que tú aliento queme cada uno de mis escombros, y si algún día se pierde esto que sentimos, no digas nada, corre, corre todo lo que dure tu proceso de liberación, respira todo lo que te de tiempo, porque sé que volverás, porque estarás sometido a esta necesidad que sentimos, estarás tan sometido a esta toxicidad que tenemos, te sentirás tan perdido, porque tendrás tanto miedo, que volverás, ojalá ese día no nos sangren tanto las heridas, ojalá podamos mirarnos sin sentir que nos necesitamos, sin sentir que nos morimos, sin ser presas de esta toxicidad que tanto nos domina, ojalá puedas encontrar la cura de esto que tanto nos consume. 
Mientras tanto me agarro a ti por miedo a perderte, por miedo a que sea verdad que no vives, me agarro a ti porque estoy enferma de locura, tengo miedo a que mi inconsciente tenga razón, y que sea yo la única capaz de curar estas heridas a las que inconscientemente llamamos amor  .