Por milenios, la religión del Judaísmo ha realizado estudios teológicos para dar una explicación acerca de la creación del mundo, el universo y el hombre. Aquí en este post te hablaré en síntesis sobre uno de estos estudios judío más conocidos: El Árbol de la Vida.
Los judíos, según las santas escrituras, es el pueblo escogido por Dios, liberado del yugo del faraón de Egipto de la época, Ramsés II (1279-1212 a .
El Árbol de la vida es un arquetipo que encierra un gran poder espiritual para el pueblo judío. El árbol (“etz” en legua hebrea) es usado en diversos pasajes de las sagradas escrituras. Y para los judíos El árbol de la vida es el mundo del alma y los secretos del cielo.
Origen del árbol de la vida
En el pentateuco judío (Torah en hebreo), conformado por los primeros 5 libros de las santas escrituras, específicamente en el libro del Génesis, se refleja que el "Árbol de la Vida" fue plantado por Dios en el centro del jardín del Edén, conjuntamente con el "Árbol del conocimiento del bien y del mal" (son 2 árboles de simbología diferentes). Como lo dice el versículo del Génesis 2:9”... situado el árbol de la vida justo en el centro del Edén accesible por todos los flancos, porque era el principal del jardín”.
De igual manera, en Génesis 2:16-17 dice “puedes comer de cualquier árbol menos "el del bien el mal"… si no morirás”. Y en Génesis, 3:22 afirma que “El hombre se convierta en uno de nosotros”.Esto implica que en el inicio, Adán y Eva tenían disponible el árbol de la vida para comer de su fruto y así vivir para siempre en el paraíso. Pero por su desobediencia, el plan original de DIOS se alteró y el primer hombre y la primera mujer, ya no podían comer de este árbol, ya que tendría como consecuencia para la humanidad, vivir condenada en el pecado eternamente.
En estos textos sagrados, se puede apreciar que desde el inicio de los tiempos, el árbol de la vida era una bendición para la humanidad, ya que representaba la vida eterna en el paraíso.
Árbol de la Vida: Símbolo poderoso en el misticismo judío
El Árbol de la vida se fundamenta esencialmente para dar respuesta al enigma de nuestra existencia. La Torá, literalmente que significa “instrucción, enseñanza, doctrina” es de donde el judaismo obtiene sus bases espirituales. Hay un pasaje que compara a toda persona con un árbol:
“Una persona es como el árbol de un campo…” (Deuteronomio 20:19).
"La Torá es un árbol de vida para quienes se aferran a ella" (Proverbios 3:18).
Para sobrevivir un árbol necesita los cuatro elementos básicos: tierra, agua, aire y fuego (sol). Los seres humanos también requerimos los mismos elementos básicos.
Por ello, la tradicion judaica resalta mucho la belleza de los arboles y son fuentes de inspiración para el hombre, hay que ver como ellos representan las ramas, las hojas, los frutos y el tronco del árbol análogamente con el ser humano: aunque las situaciones sean adversas y se encuentren en constante cambio, deberíamos encontrar la fortaleza, a través del enlace con nuestras raíces para poder crecer de manera correcta y así alcanzar el cielo.
Representación del árbol de la vida en el judaísmo El Árbol de la Vida en el judaísmo se representa en el conocido árbol sefirótico. El cual está compuesto de 10 esferas o emanaciones. Cada esfera de manera individual recibe el nombre de sefirá, mientras que un conjunto de esferas se les llama sefirot). Estas emunciones espirituales provienen de Dios, a través de las cuales dio origen a todo lo que existe. Para formar el Árbol de la vida las emanaciones se interconectan a través de 22 senderos, cada sendero está ligado a una letra del alfabeto hebreo.
La mística judía o Kabalá (Cábala) se encuentran muchas de las respuestas del hombre y del universo. Por ello, es el estudio de los esferas o centros energéticos del hombre que uniendo la ciencia con la conciencia humana y divina por medio del árbol de la vida.
Las 10 sefirot
Se trata de 10 atributos y las 10 emanaciones de la Cábala y cada una representa una parte de nuestro cuerpo y de nuestro interior.
Según la creencia judía, dentro de la kabbalah o cábala, cada sefirot o esfera, se encarga de materializar a cada uno de los arquetipos universales que dan forma al mundo, tal como lo conocemos, intentando expresar que es posible separarlo en diez partes iguales, como elementos y características, por tanto cada esfera es reconocida por un nombre particular y se representa en el conocido árbol sefirótico:
Kéter (La Corona): Es la génesis de todas las emanaciones canalizadas por las otras sefirot. Se refiere a cosas que están por encima de las habilidades de comprensión de la mente. Se representa con el color blanco.
Jojmá (La Sabiduría): Se le asocia con el comienzo del pensamiento. El pensamiento de Dios, así como el principio masculino en el mundo. Análogamente, es el lado derecho del cerebro, donde fluye la creatividad y el mundo de las ideas. Se identifica con el color gris.
Biná (Entendimiento): También significa el principio femenino en el mundo. Análogamente es el lado izquierdo del cerebro, donde funciona la razón. Biná es el proceso racional que es innato en la persona que trabaja para desarrollar una idea completamente. Se representa con el color negro.
Jésed (“Misericordia" y "Bondad"): Conocida también como Gedulá, que en español se traduce como “Grandeza”. Se ubica debajo de Jojmá y representa el deseo de compartir incondicionalmente, la voluntad de dar todo de sí mismo, generosidad sin límites y compasión. Gracia e intención de emular a Dios. Se representa con el color azul.
Geburáh (“Heroismo”): Representa el deseo de moderación y el cuestionamiento de los impulsos. Geburah se entiende como el modo en que Dios juzga a la humanidad en general. Es el fundamento de la rigurosidad, la adhesión absoluta a la letra de la ley y el cumplimiento estricto de la justicia Se representa con el color rojo.
Tiféret ("Belleza" y "Gloria"): Representa la autoconciencia y el equilibrio entre la fuerza (Geburah) y la gracia (Jesed). Es el reino de los ángeles. Tiferet es la fuerza que integra la Sefira de Jesed "compasión" y Geburah "Fuerza o juicio”. Estas dos fuerzas son, respectivamente, expansivas (dar) y restrictivas (recibir). Cualquiera de ellos sin el otro no podría manifestar el flujo de la energía Divina; representa el equilibrio de la balanza entre la compasión y la disciplina. Se representa con el color amarillo.
Netsaj ("Victoria" y "Eternidad"): Generalmente se traduce como eternidad, y en el contexto de la Cabalá se refiere a 'victoria' o 'resistencia'. Comunica la idea de paciencia, fortaleza, resistencia hasta su finalización. Se re representa con el color verde esmeralda.
Hod ("Majestad" y "Esplendor"): Esta esfera denota tanto "alabanza" como "sumisión". El poder de la observación. Hod está conectada a la oración judía. La oración es vista como una forma de "sumisión". Se representa con el color naranja.
Yesod ("Fundación"): Es el fundamento sobre el cual Dios ha construido el mundo. Yesod es responsable de los poderes de comunicación, conexión y contacto con la realidad externa dentro del alma. Algunos cristianos comparan a Yesod con la tercera persona de la Santísima Trinidad, el Espíritu Santo. Es conocido como el "motor" de la creación. Es el aspecto de Dios que viene a la tierra y lo santifica, por eso ocupa una columna central como Kéter (Dios Padre) y Tiferet (Hijo de Dios). Se le representa con el color violeta.
Maljut (“Reino”): Representa el mundo físico. A diferencia de las otras nueve Sefirot, es un atributo de Dios que no emana de Dios directamente. Ella tiene una relación especial con Biná: Séfer Ietzirá llama a Biná el Trono en el que se sienta Malkuth. Más bien emana de la creación de Dios, cuando esa creación refleja y evidencia la gloria de Dios desde su interior.
Estas esferas o manaciones espirituales se interconectan a través de 22 senederos: Álef, Bet, Guímel, Dálet, Jei, Vav, Zain. Jet, Tet, Yod, Kaf, Lámed, Mem, Nun, Sámej, Ayín, Pe, Tzadik, Qof, Resh y Shin, Tav.
Los 4 planos del árbol de la vida
Atziluth: El mundo de las emanaciones, el reino de lo sobrenatural, donde Dios se manifiesta directamente, y no a través de sus ministros (ángeles). Lo conforman los Sefirot: Kéter, Chokmah y Biná.
Beria: El mundo de las creaciones, es el mundo creativo y de los ideales. Aquí Dios no actúa directamente, sus deseos son cumplidos por poderosos Arcángeles. Lo comprenden los Sefirot: Jesed, Geburah y Tiferet.
Yetsirah: El mundo de la formación: Al igual que en Beria, en este mundo Dios no actúa directamente, sino que actúa a través de varios coros angelicales, que llevan a cabo su voluntad. Lo forman los Sefirot: Netsaj, Hod y Yesod.
Assiah: creación manifiesta, el mundo material. En este mundo, solo hay una Sefira: Malkuth.
El Árbol de la Vida de la Cábala, se suele utilizar para determinar aquellas acciones espirituales en las que un individuo debe trabajar, para mejorar ese aspecto físico de su vida, ya que lo físico es sólo un reflejo de lo espiritual.
Como veras el "Árbol de la vida" ó "Árbol sefirótico" en el judaísmo, encierra un profundo significado espiritual, con estudios teológicos ortodoxos en varias religiones (Católica, Cristiana y Judaica) que se extiende por milenios, generación tras generación y de un profundo análisis. Traté de resumirlo en lo posible en este post para tener una idea de que se trata todo su legado y conocimiento espiritual para la humanidad. Espero el artículo cumpla su misión.
Gracias por leer estas líneas :)