La descripción es una de las tipologías textuales más importantes pero también de las más difíciles de dominar en la escritura. En mi experiencia, no es fácil encontrar las palabras exactas para describir aquello que veo o he imaginado .

Obviamente a veces servirse de un paisaje real o una foto de un sitio que inspire puede ayudar a crear la descripción y asi poder juntarlo con la narrativa. Hay autores que hacen páginas enteras de pura descripción, y de mientras la trama esta quieta. No hay avance. A mi personalmente no me gusta, por muy bonita y bien hecha esté la descripción. Me gusta más cuando esta se hace mientras la trama sigue, de alguna forma. 

Una de mis prácticas escritoriles como las llamábamos fue hacer por primera vez una descripción de la foto que estais viendo. Imaginé más cosas de las que veía pero bueno. Aquí está el resultado:

Hacía un bonito día soleado, sin apenas viento. Todo estaba muy quieto, aun así se oían pájaros y animales en los alrededores. La entrada no se veía del todo desde un primer momento, pues estaba algo escondida por las rocas de color gris que adornaban el lugar de manera natural. La verja de hierro forjado, entre dos pequeñas columnas de piedra bien adornadas con decoración y unas pequeñas estatuas, daba a un camino que rodeaba la casa y al jardín que rodeaba esta. Ese pequeño sendero era de tierra, de unos dos metros de ancho, que parecía una continuación sin separación del suelo del jardín. Este mismo parecía más bien una parcela del bosque, que cubría toda la zona, entre muros de piedra que no detenían a la naturaleza. La casa tenía dos pisos, con muchas ventanas, desde las que no se podía ver el interior por las cortinas. Parecía abandonada pero en buen estado, como si periódicamente las ventanas fueran abiertas y limpiadas, así como toda la casa, lo cual contrastaba con un jardín selvático.

Los escalones de la entrada principal se veían desde la verja pero la puerta no. La casa estaba pintada de un color rosa pálido. Todo aquello que la adornaba y la sujetaba era de piedra, parecida al del lugar. Los árboles ornamentaban los alrededores y daban mucha sombra. El lugar dejaba entrever un misterio y daba mucha curiosidad, así que notábamos  un impulso de entrar.