Que nadie se altere ni se revolucione por lo que voy a decir acerca de la Navidad porque quiero dejar constancia y exponer que realemente me gusta la Navidad, solo voy ilustrar algunas cosas de estas fechas tan señaladas en el calendario.
Quizás cuando eres un niño los sentimientos, los momentos y sobre todo la sensación en estas fechas que provoca que el tiempo pase tan rápido por consecuencia de las vacaciones de navidad en el colegio y por el hecho de que cuando te diviertes, el tiempo pasa mucho más rápido.
Las navidades ese momento, esos días en donde compartes tiempo con tus seres queridos y les obsequias con regalos, te regalan, pero también son unas fechas donde ocurren los mayores problemas y discusiones entre familiares ya que normalmente coincides con esta parte de tu familia que no soportas. Todo esto viene muy ligado a temas polémicos como la política, la religión, el deporte incluso o cualquier otro tema que, inevitablemente, surge en una cena familiar (también surge en una cena familiar cualquiera).
Deberíamos, tal como se supone que era el evento de la navidad en sus orígenes, de agradecer que tenemos familiares con los que pasar estas navidades aunque en el fondo sean prácticamente como otro día cualquiera .
Entonces las navidades son para la familia, nuestros allegados o para nuestros seres queridos donde compartimos un rato juntos, nos regalamos cosas y somos lo más amables que podemos con todos los integrantes de nuestra familia por el hecho dicho antes (familiares que no soportamos tanto o que pueden ser pesados). Eso le enseñamos a los niños en Navidad, a dar y recibir, pero ¿porqué mediante un ser ficticio que solo te regalará algo si te portas bien? ¿Que pasaría si enseñáramos a los más jóvenes a regalar por el simple hecho de hacerlo? Tal vez seríamos muchos amables y puede cercanos o empaticos, pero eso rompería en cierta manera la ilusión. Con la ilusión un niño se siente bien, al menos así yo me sentía cuando era pequeño esperando el abrir los regalos.
Sin embargo, un niño no es consciente de que es un poco eogoísta y solo piensa en los regalos que va a abrir en Navidad y el día de Reyes. Creo que esa es parte de la magia de ser un niño en estas fechas y de la magia de la Navidad. No solo te trata de dar y recibir sino de la ilusión de abrir los regalos y de ver un montón de estos en estos días. Las luces y las sensaciones de Navidad, las fotos que puedes hacer y quizás despegarse del colegio, las notas o incluso del trabajo por un tiempo aunque el hecho de preparar todo esto sea estresante, pero lo hacemos porque nos gusta (al menos a la mayoría de la gente).
La ilusión cambia. Un niño es feliz e ilusionado con recibir y abrir un regalo y disfrutarlo (es un fastidio tener pocos días para probarlos cuando eres un infante). Al ser mayor, aquí también reside gran parte de la esencia y la magia de la Navidad, el hecho de regalar también grandes momentos, recuerdos y emociones e ilusiones.
Para finalizar, destacar que también hay ciertos problemas siendo adolescente y estando en Navidad ya que no coinciden tus ideas ni con las ideas de un niño (jugar con ellos un poco está bien, pero mucho cansa) ni con las ideas de los adultos de tu cena familiar. Es un tramo que hay que pasar, cambiar la mentalidad y buscar la forma de ilusión que más se ajuste a tu realidad.
Conclusión, las fechas navideñas son las indicadas para dar y recibir regalos, compartir momentos y tener momentos con tus seres queridos, pero todo esto cae en un gran consumismo. En parte estas fechas se hcieron por eso, pero solo es una parte que se compensa con todo lo que viene después y con todo lo que suscita y causa estos eventos navideños. Así que....
¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!
Gracias y hasta pronto.
