Y aún sigo aquí, con intentos banales de no mirar atrás, de evitar ver sus fotos, de preguntar por ella, de no escribirle ni llamarla; y el reloj sigue su curso, los días pasan, y se conoce gente nueva, se viven nuevas experiencias, en ocasiones creo haberla olvidado, creo que todo estará bien que ya no me amarra nada a ella, pero pasan un par de horas y no la verdad no es así, puedo engañar a mis amigos a mi familia, pero no a mí mismo, eso es imposible.
Y si he salido e experimentado situaciones que me llevan al clímax pero después de esos momentos no hay nada, estoy yo extrañándote recordando esos momentos compartidos con ella en los que después del clímax había algo más una caricia, un beso, una risa, una mirada a los ojos.
Ella talvez ya me olvidó, talvez no recuerda nada de esto, o si lo hace lo hará con rencor, pero yo no puedo yo recuerdo con amor, un amor que se empeña en no morir que se aferra hasta en la más mínima y efímera neurona que lleva penetrado su aroma su ser. .