¿Es posible querer dos veces a una misma persona? ¿Quererla de distinta manera y en dos etapas muy diferentes de la vida? A veces, cuando te miro, tengo la esperanza de que sí.
Hoy te quiero de una forma humana, veo a diario mucho más tus defectos y han sido esas pocas virtudes las que me han enamorado. Te miro defender con convencimiento tus puntos de vista, reírte con ganas de algo gracioso y entre tus ojos a veces percibo un poco tus miedos .
Te quiero cuando apoyo mi mentón en tu espalda, cuando pregunto si dormiste bien o cuando te celebro los triunfos diarios, te quiero cuando digo buenas noches y cuando al irte susurro que siempre pienso en ti.
Ayer te quise de manera principesca, enaltecí cada una de las manías que tenias de adolescente, te quise cuando te miraba escondida mientras leías o dibujabas, cuando sonreías al verme, te quise ese primer día que pronunciaste tu nombre y me enamore del brillo de tus profundos ojos negros. Confié en ti cada vez que cubriste con tus manos mis ojos, cuando recorríamos esos pasillos y solo me concentraba en tu perfume y el latido de tu corazón. Te ame aquella vez que me hablaste de tus sentimientos por mí y me abrazaste sin razón aparente. Te quise incluso aquel día que pediste disculpas por besarme y decidí dejarte ir.
Te he conocido en dos edades, en dos instantes muy opuestos de la existencia, en tu versión infantil y en tu esfuerzo diario por ser adulto, te he visto en dos atmósferas de la vida y en ambas, he sentido magia al rozarte.
Te quise y te estoy queriendo ahora, en dos versiones de ti, tan únicas e irrepetibles como dispares.
Es sorprendente como a través de los años nuestra evolución puede acompañarse de los mismos sentimientos, por las mismas personas. Es casi idílico hoy cuando te abrazo, que seas tú, que sienta hoy la misma paz de ayer, que tus dedos rosando mis manos se sientan tan aliviadores siempre.
Aunque no sé qué vendrá delante, aunque seamos breves, hemos sido nosotros dos veces y te estoy queriendo y te querría otras dos más porque eres tú y te agradezco.
Contigo siento que es absolutamente posible querer dos veces a la misma persona.
