Me odié.
Por mucho tiempo me la pasé odiandome hasta llegar a tal punto de no valorarme y dejar que conmigo hagan lo que quisieran. No me ponía en primer lugar porque no sentía que lo merecía .
Lo único que veía en mí eran defectos, defectos y más defectos. Lo negativo invadió mi cabeza y eso influyó a que mis pensamientos nunca me dejasen en paz. Trataba de no quedarme a solas con ellos, porque me destruían. Por eso, en el día me mantenía ocupada haciendo cualquier cosa pero lo peor sucedía en la noche, cuando me acostaba, porque me encontraba sola, débil y con ellos. Me mataban.
Verme en el espejo me era difícil porque no me reconocía. Creía que otro ser estaba usurpando mi vida, que se había metido en mi cuerpo y que me estaba ganando la batalla. Me dolía verme.
Necesitaba ayuda y nadie se daba cuenta. Para mi familia era algo normal, ellos creían que estaba procesando una nueva etapa, otra más de las tantas que pasamos al crecer. Pero la verdad, no era una "nueva etapa" porque ninguna persona debería pasar por esa mierda.
Entre odiarme y quererme, elegí odiarme. Y no existe alguien que me haya dañado más de lo que yo misma ya me dañé. Me ocasionaba la herida, porque sabía dónde más me dolía; y también sola, la abría más.
Dejé de vivir, dejé de sentir. Lo que me apasionaba dejó de importarme, dejó de hacerme feliz porque mi cabeza me estaba jugando una mala pasada. Me estaba destruyendo, porque cosa que hacía, por dentro yo me decía "es horrible", "sos pésima", "dejalo". Y así, abandoné miles de cosas.
Y te entiendo si estas pasando por algo similar, es una mierda. Ya lo sé. Pero si te lo propones, podes superarlo. Todo en la vida se supera por más difícil que sea.
Yo logré controlar mi cabeza.
Mi clip fue cuando me vi en una foto y no me reconocí. Aunque en ella estaba sonriendo, no era yo. Esa sonrisa no era verdadera, esa sonrisa estaba pidiendo auxilio pero nadie se daba cuenta. Hoy todavía veo la foto y lloro. Lloro por recordar lo mal que la pasé. Pero también me da orgullo verme ahora, intentando ser feliz con lo que tengo y pudiendo bloquear esos pensamientos negativos. No voy a negarte que todavía siguen apareciendo, pero ya no los escucho, no les hago caso. Dejaron de influir en mi vida, me dejaron de importar.
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