Miro tu espalda desnuda sentado frente a mí revisando el celular, me hablas pero no escucho tus palabras porque observarte ahí, en ese acto tan cotidiano y carente de sentido absorbe totalmente mi atención. Te miro, siempre observo concentrada cada uno de tus movimientos, intento frenéticamente almacenar cada gesto, cada palabra, hasta el más pequeño de los sucesos para poder recordarte cuando no estas.
Intento cada día en tus ausencias no pensarte, convivo con esta lucha constante de no amarte porque sé que no puedo hacerlo, que es algo que no se nos está permitido y hay momentos, semanas, en que resulta sumamente sencillo no hacerlo y me siento triunfante y optimista, te seduzco, caes a mis pies y luego ya no te necesito .
Sin embargo existen otros días…
Y hoy es de esos días opuestos…
Cierro mis ojos para recibir el calor de tu boca, tus manos recorren mi cuerpo y tus dedos se deslizan suavemente sobre mi piel, me traes hacia ti y presionas mi cintura, tus besos largos e intensos elevan mi deseo y disfruto de tus caricias bajas mientras nuestras respiraciones se sincronizan y gemimos suavemente al unísono.
Despierto con la nostalgia de no tenerte, recuerdo nuestros momentos e intento contener el sentimiento de vacío, me gusta tu compañía y siendo sincera quisiera tenerla mucho más de lo que puedo, extraño tu voz, tu risa, tus gestos, las bromas y nuestras conversaciones sin sentido, desearía recorrer tus pensamientos para averiguar si en algún rinconcito habito yo. Hoy es de esos días en que sobre analizo tus acciones y que tu indiferencia me causa tristeza, me gustaría que en ausencia y en presencia fueras siempre el mismo que me abraza y ríe conmigo.
Debo ser justa, hay ocasiones en que yo soy indiferente contigo, porque entiendo que es la manera correcta de sobrevivir a este momento nuestro, sé bien que no puedo apresarte para mí porque te perdería, pero también sé que merezco mucho más que ser un buen rato y desconozco si tú te mereces mucho más de lo que doy. No puedo negar, sin embargo, que quiera enamorarte y dejarme caer contigo en el espiral sublime y mágico del amor, porque hoy te miro y me pareces un sueño hecho realidad, porque contigo cada que cierro los ojos, es solo para elevar la sensación de saberte mío por unos minutos, que te rozo y entierro mis dedos en tu cuerpo para comprobar que no estoy soñando, porque te pedí. ¡A gritos! , al aire, a la vida, porque aquellas fantasías adolescentes de amor y de felicidad eran protagonizadas por ti, por quien ahora inunda mi móvil de mensajes, el mismo que me sonríe al abrirle la puerta, el mismo responsable de mis gemidos en las noches, el mismo que me hace el amor con cuanta dedicación es posible en cada encuentro. Eres exactamente aquel con que soñé tantas veces y que hoy puedo besar a mi antojo.
Soy ambiciosa y pido más, hoy es de esos días en que pido al cielo que me ames, algún día, que en algún momento sea yo la reina de tu corazón y vivir contigo, el sueño de amar y sentirse amada.
Hoy es de esos días en que sueño despierta con la oportunidad de conocerte totalmente imperfecto y enamorarme de ti, a pesar de saber que en este presente no tú vas a quererme y aunque en el futuro la razón me diga que tampoco será así, hoy quiero creer que si pido un poquito más, podrás amarme y me permitirás amarte.
A una estrella fugaz una vez le pedí que volvieras a mi vida, hoy a tus ojitos negros les pido que me quieras en ella.
Hoy es de esos días opuestos en que solo pido que nos amemos.
