La peor parte de olvidar a una persona que amas es darse cuenta de que realmente lo que estás haciendo es quitarle el brillo a esos recuerdos felices. Los momentos importantes que se han quedado grabados a hierro en el alma no llegan a desaparecer, simplemente pierden fuerza al matar algo dentro de ti que los mantenía vivos.
Esas conversaciones, esa mirada, ese momento, ese orgasmo; todo lo que hacía que para ti esa persona fuese especial, eso que te hizo enamorarte un día sigue ahí, pero deja de doler cuando lo recuerdas hierático, cuando has eliminado el halo de magia que lo recubría y puedes recordarlo sin que te cambie la mueca de la cara. Darse cuenta de semejante mecanismo de defensa me apena más que el propio dolor del desamor.
Por otra parte, en caso de no lobotomizar del todo esa parte de tu alma, siempre te van a quedar retazos puntuales de pesar. Has eliminado lo místico de un recuerdo pero éste sigue enquistado como herida mal curada, reapareciendo en el momento más inoportuno .
En cualquier caso, ahora estás un poco más vacío por dentro y te convences de que no tiene importancia porque ya llenarás eso con otras experiencias y nuevos amores; pero eso no cambiará que hayas roto algo que era tuyo, que has vuelto inerte algo que antes brillaba.
Sí, olvidas a la persona y todo lo que te hacía sentir, puedes decir que lo has superado, que ya no te duele, pero ¿a qué precio?