Ahí lo supe.
En ese instante en el que mis manos se juntaron con las suyas y esa chispa que antes me recorría todo el cuerpo y me hacía temblar no apareció, lo supe.
Lo supe cuando aquel beso que antes me llevaba a las nubes, ahora para mí no pasaba de un beso promedio, que en realidad era más malo que bueno.
Lo supe cuando ella recorrió sus manos por mi cuerpo y no sentí nada más que lujuria, cuando me di cuenta que su cuerpo ya no me provocaba más que deseo, ahí lo supe:
Supe que el amor se había terminado y que aquella mujer que antes me hacía temblar el alma con nada más que una mirada, ahora no significaba para mí mas que un beso promedio y un deseo puramente carnal.